Remigio Huamán, ultramaratonista peruano ha iniciado una estirpe de atletas, pues tres de sus cuatro hijos ya vienen abriéndose paso en el running. (Foto: Javier Zapata)
Remigio Huamán, ultramaratonista peruano ha iniciado una estirpe de atletas, pues tres de sus cuatro hijos ya vienen abriéndose paso en el running. (Foto: Javier Zapata)

Los primeros entrenamientos de fueron en la vida misma, en su natal Huancavelica. Hoy, el ha conseguido varias medallas de oro en maratones alrededor del mundo, la última el Valhöll Argentina By UTMB, celebrado en Argentina. Y es padre de tres jóvenes deportistas que ya vienen obteniendo medallas de oro para el Perú a base de disciplina y perseverancia que les ha venido inculcando como valores fundamentales.

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¿Desde cuándo empiezas con este deporte?

De toda la vida, desde que empecé a caminar, sin darme cuenta, estaba entrenando en el campo. Soy de la comunidad campesina de Atalla, distrito de Yauli, en Huancavelica; naturalmente, uno en el campo, al acompañar a mamá a pastar a las ovejitas, yendo a la chacra y al colegio, estaba caminando, estaba activo, subía y bajaba la montaña kilómetros y kilómetros. Ese trajín te prepara para la actividad física y luego la necesidad de ganar algo por ahí me impulsó a correr.

¿Te motivó la necesidad?

En ese momento era por querer ganar algo, luego poco a poco se convirtió en una pasión y es imposible dejarlo ir. Llevo más de 20 años corriendo, pero al inicio fue por querer ganar algo, pero hoy sigo corriendo.

¿Cómo arrancas en el deporte?

Empecé en casa, digamos, a nivel local; luego salí de mi región. Mi primer premio fue un plato de tallarines en Huancayo, recuerdo. Teníamos nuestro tren macho, Huancavelica-Huancayo, ida y vuelta. El pasaje era cómodo en esos años. Así empezamos, por ahí algún evento te regalaba una frazada, una herramienta, televisores, bicicletas.

No eran premios en dinero.

No. A partir de 2004 más o menos ya estaba en eventos donde se pagaba dinero, pero antes eran regalos más que todo. Pero igual ahí siempre uno quería ganarse algún regalito e iba participando.

¿Cómo lo tomó tu familia?

Al empezar en el mundo de las carreras, nadie va a entenderte. Al principio dijeron ya, vendimos gallinitas para tus pasajes, carneritos para otros pasajes, pero pasan los años y no hay premios, y a veces es complicado que ganes siempre, porque hay competidores que también quieren triunfar. Pero se convirtió en mi pasión y alejarme de esto fue imposible. En mi caso no tenía implementos al principio y tenía que buscar por ahí sandalias, convertirlas en zapatillas con pegamento, cosas por el estilo. Yo seguía batallando, aunque a veces la familia no me entendía, pero era mi pasión, así que perseveré. El entrenamiento era todo empírico, sin planificar nada.

¿No tenías plan de entrenamiento?

Era correr al principio, pero no con un plan. Entrenaba; supongamos, dar 15 vueltas al parque todos los días, pero era sin saber, los entrenamientos no son así; un día puedes trabajar eso, al día siguiente puedes ir a la montaña, otro día un poco de velocidad, y así. Pero así, poco a poco, uno va aprendiendo con el pasar de los años y ya va elaborando su propio plan de entrenamiento. Claro, siempre con las sugerencias de profesionales en ese ámbito que pueden ser entrenadores, excorredores.

¿Tienes entrenador?

Formalmente nunca he tenido, pero he tenido mucha ayuda de grandes profesionales españoles, de Marruecos, Uruguay. Siempre he tenido asesoramientos, no formalmente como entrenador, pero iba recopilando experiencias de entrenadores para tratar de adaptar a nuestro contexto.

¿Cuál fue la primera carrera que hiciste fuera de Perú?

Fue un campeonato sudamericano de maratón en 2009, en Buenos Aires, con la selección de Perú.

¿Qué sentiste?

Me sentía feliz. Al final vas con tu selección… Uno se siente muy orgulloso de ser la persona que va a representar a tantos millones en un evento y das todo en la competencia. Al final es eso, te sientes muy orgulloso de ser peruano y de ser uno de los privilegiados en representar a tu país.

¿En algún momento pensaste dejar este deporte?

Creo que la mayoría de deportistas en algún momento han pasado por eso cuando tienen malas rachas, no todo es sonrisa, no todo es triunfo, no todo siempre sale bien. Hay muchas derrotas, muchas caídas, a veces tienes que abandonar y perder oportunidades. Yo tuve que hacerlo tres veces en Europa por lesiones. ¿Te imaginas invertir en tu pasaje y en plena competencia lesionarte? Se te carga el tendón de Aquiles, o te caes y se acabó la competencia para ti. Estar obligado a retirarse es algo que frustra, es muy duro en esos momentos y dices “se acabó, regreso a casa y empiezo a trabajar en algo y dejo el deporte”, pero son calenturas del momento. Pasan días y ya estás con ganas de entrenar otra vez y sacarte la espina. Al final todas esas experiencias te hacen madurar, te enseñan muchas cosas.

Tus hijos son deportistas también. ¿Cómo arrancaron ellos?

Siempre me preguntan si yo los introduje en el deporte o fue su decisión. Naturalmente me veían entrenar, comer sano para las competencias en las que participaba, mi rutina en general, no es que desde pequeños me hayan dicho “papá, quiero correr como tú”, aunque siempre traté de llevarlos por el camino, incentivarlos, no presionarlos, porque es su decisión querer ser atleta. Con el tiempo se enamoraron del deporte y surgió su pasión. No tengo casas ni carros, pero tengo hijos sanos, a los que les gusta el deporte y una vida saludable. Es gratificante para mí como padre ver sus triunfos, disciplinados y perseverantes.

AUTOFICHA

  • “Soy Remigio Huamán, tengo 41 años y desde pequeño, con mis hermanos, recorría casi 15 km para ir al colegio todos los días, algo que me ayudó a ser maratonista profesional por más de 20 años, participando en varias competencias de trail running en Perú y el extranjero”.
  • “No recibo ahora ayuda del Estado, porque compito más en eventos particulares, a diferencia de mis hijos, que sí participan en competencias federadas, como torneos sudamericanos y panamericanos, logrando ya títulos importantes, como en los Bolivarianos”.
  • “Mi primer hijo, Luis, obtuvo doble oro en los Bolivarianos de la Juventud este año, fue subcampeón sudamericano 2022 y tiene 20 años. Jhon, de 18, obtuvo dos oros nacionales Sub-20 en 2021 y fue campeón de cross country en 2022. Haile, de 13, logró campeonatos en categorías infantiles. Son mi orgullo”.


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