Ramón Miflin, ex mundialista. (Renzo Salazar)
Ramón Miflin, ex mundialista. (Renzo Salazar)

Vive en Punta Hermosa, donde un estadio lleva su nombre. Pero nos citó en un céntrico café que mira al óvalo de Miraflores. Fue parte del seleccionado que clasificó a México 70, el primer Mundial al que llegó el por mérito propio. Equipo que logró la actuación más elevada en nuestra historia futbolística. Y conformó el comando técnico de ‘Tim’ en España 82, hace 36 años. Entramos al café y lo interrumpimos mientras miraba el partido inaugural de . El ex mediocampista Ramón Mifflin nos recibió con su hablar pausado y voz rasposa, pero también con la esperanza de ganarle mañana a y la emoción que representa volver a la alta competencia.

¿Qué es estar en un Mundial?
Es la consagración en la carrera de un jugador. En México 70, nosotros llegamos muy temprano. Yo tenía 22 años, el ‘Nene’ Cubillas 20, Sotil 20. Cachito, Challe, todos éramos muchachitos. Mi generación se juntó con los que tenían de 26 años para arriba: La Torre, Gallardo, ‘Perico’ León.

¿Encuentra alguna similitud entre ese equipo y el de ahora?
La fortaleza de la unión. Éramos muy unidos. Tanto que hasta hoy nos reunimos.

Uno de los méritos de Gareca ha sido convocar a varios jugadores jóvenes.
Sí, pero principalmente es haber recobrado la identidad del fútbol peruano. Nos hizo mucho daño la influencia europea, el tratar de imitar. Gareca dijo: “nosotros somos sudamericanos, vamos a volver a lo nuestro”.

Antes del partido contra Nueva Zelanda usted reveló que sintió “pánico”. A poco del debut en Rusia, ¿qué siente?
Tengo confianza. Quiero ganarle 1 a 0 a Dinamarca y seré el hombre más feliz de la tierra. Veo cómo se ha volcado el país entero. Los que están en el Perú y en el extranjero han invadido Moscú.

¿Por qué el fútbol genera tanta pasión?
Somos un país falto de cariño, de ídolos, de cosas que nos unan. Tenemos una política que se desangra, peleando todo el tiempo, que no se ponen de acuerdo en nada. La política da el mal ejemplo y el fútbol da el buen ejemplo.

Usted ha sido candidato.
Sí, eso fue hace cuatro periodos para la alcaldía a Punta Hermosa. Me interesa mucho la política, pero veo con mucha pena cómo los políticos se pelean. Hay mucha ambición. Pero no volvería a postular.

¿Qué experimenta un jugador antes del debut en un Mundial de fútbol?
Mucha ansiedad. En México 70 fue el temor a cómo nos iba a ir. No se puede dormir. Comienzas a soñar lo que puedes hacer. Piensas en cómo vas a contribuir para que las cosas salgan bien. Es una ansiedad tremenda.

Sobre todo, en este caso, al tratarse de un equipo que nos clasificó después de 36 años.
La responsabilidad viene del apoyo de la gente: no puede haber fracaso ni defraudar. Pero cuando comienza el partido, pasan cinco minutos, el jugador se relaja y agarra confianza.

¿Cómo enfrentar a Dinamarca y su experiencia en los mundiales?
Ellos son físicamente fuertes, pero nosotros estamos bien. Hemos igualado ese factor. La técnica es el plus que tenemos sobre Dinamarca. Jugándole la pelota al piso, como es nuestra característica, nos irá bien. Contra Suecia, que es el rival más cercano a Dinamarca que hemos tenido, por 15 a 20 minutos que la tocamos, los suecos se tiraron atrás. Ojalá que esos 15 a 20 minutos se conviertan en 70 frente a Dinamarca. Si pasa, podremos tener un gran triunfo. Los daneses tienen individualidades, pero no tienen conjunto. Se basan en lo que puedan hacer sus figuras. Nosotros tenemos un plantel homogéneo.

Pisando tierra, ¿hasta dónde puede llegar este equipo?
Me conformo con que pasemos a la otra ronda. Aunque ya estar en el Mundial es un mérito tremendo. Ha despertado todo un país.

Si pasamos a la siguiente ronda, ¿todo puede pasar?
Cualquier cosa, porque se ausentan los temores. Incluso, se pasa a ser favorito.

En México 70, cuando pasaron a la siguiente ronda, ¿qué meta se trazaron?
El temor que teníamos era agarrarnos con Brasil y nos tocó Brasil. Eso nos mató. Era la mejor selección que había juntado en su historia. Con ‘Pele’ en su mejor momento, con Jairzinho, con quien estuve el otro día...

¿Y qué le decía de Perú?
Paolo Guerrero es el ídolo de la gente, lo adoran. Conversé con ‘Pele’ y Jairzinho, y ambos coincidían que se le debía levantar el castigo, que era injusto.

¿Guerrero y Farfán deben empezar ante Dinamarca?
Sí. Farfán y Guerrero arriba y por los lados debemos llegar con Trauco y Advíncula.

¿‘Orejas’ Flores o Carrillo?
Creo que ‘Orejas’ debe jugar. No creo que Gareca rompa su estructura defensiva: Advíncula, ‘El Mudo’, Ramos y Trauco. Al medio: Tapia, Yotún y ‘Orejas’. Más adelante: Cueva, Farfán y Guerrero. Carrillo puede esperar, aunque es el mejor recambio que tenemos. En general, las alternativas que hay son muy buenas: Santa María, Cartagena, Aquino.

Tenemos una buena base para la próxima eliminatoria
Sí. Ya estarán fogueados y consolidados.

Aunque ya no estarán Farfán ni Guerrero. ¿Hay recambios para ellos?
Aparecerán. Está Beto Da Silva.

Usted estuvo en el último mundial al que fuimos. ¿Por qué nos tardamos 36 años para volver?
Hubo un vacío generacional. También se dio un factor social: esa generación sufrió el terrorismo. Hubo muchos temores.

¿Y por qué esta generación logró clasificar?
Gareca los convenció de que somos buenos futbolistas.

AUTOFICHA

“Tengo 72 años, nací el año 46, en Barranco. En Perú jugué en Iqueño, Defensor Arica y Cristal. En el extranjero, lo hice en Racing de Argentina, en el Santos de Brasil, en el Cosmos de Nueva York, Los Aztecas de Los Ángeles y en Santa Fe de Bogotá. Comencé a jugar bajo el Puente de los Suspiros”.

“Me apasiona tanto el fútbol, que desde chico hice lo imposible por jugarlo. Me agarré la pensión de mi colegio para comprarme zapatos, pero sin que se enteren mis padres. Siempre pensé en ser futbolista, pese a que en esa época no era bien visto. Mis padres me apoyaron”.

“Fui campeón de clubes, pero no llegué a tener títulos con la selección. Eso me hubiera gustado. Pero no se puede pedir todo en la vida. Hoy ya no juego porque me duele todo, aunque estoy bien físicamente. Juego un partidito y tengo que descansar un mes, porque me duele hasta el alma”.