El técnico de la selección italiana de fútbol no quiere que Mario Balotelli haga más «striptease» en la cancha.
El ‘nene’ es volcánico por naturaleza y quizás es ese fuego interior el que le hace quitarse la camiseta tras marcar un gol, lo que le cuesta una tarjeta amarilla que al final de un torneo puede ser importante.
El seleccionador italiano, Cesare Prandelli, y sus compañeros solo quieren ver el torso de Balotelli, como mucho, en el vestuario. «Le he dicho que ya ha enseñado sus músculos a todos y que tiene que dejar de quitarse la camiseta. Las amonestaciones cuentan», dijo el DT.
Esas palabras, que podrían ser duras en el caso de cualquier técnico, no lo son en el de Prandelli, convertido más en un padre benevolente que entiende a un hijo revoltoso con el que prometió tener «paciencia infinita».
«Estuvo atento todo el partido, la demostración fue el gol, que es de fuerza y de carácter. Ha estado muy bien», afirmó Prandelli, destacando también lo positivo de Balotelli, que fue mucho en el triunfo de Italia por 2-1 ante México en el debut de la Copa Confederaciones de Brasil.
