Paolo Guerrero
Paolo Guerrero

No todo se define en los 90 minutos de un partido. Para el entrenador portugués, Jose Mourinho, hay 90 minutos antes y 90 minutos después del juego. Buscar el triunfo y obtener el resultado deseado no consiste solamente en reducir al mínimo las posibilidades de equivocarse en un encuentro. Se trata, sobre todo, de controlar la mayor cantidad de variables posibles (si no ocurre A, intento B) y así mantener a raya los niveles de estrés mucho antes de entrar a la cancha.

Que los jugadores estén al cien por ciento en su estado físico y que el grupo se mantenga descansado, por ejemplo, es tan importante como que sepan adaptarse al nuevo horario neozelandés y entrenar en el país de destino para adecuarse a las condiciones climáticas –o el viento– sin que esto les afecte. Para eso Gareca y su comando técnico han ordenado que las prácticas sean en las tardes siempre. Todo debe estar planificado y nada debe quedar al azar.

Dante Nieri
Dante Nieri

Eso lo sabe Dante Nieri, psicólogo deportivo y docente de la Universidad de Lima, para quien uno de los factores que quitan soltura, fluidez, creatividad en el juego es el estrés propio de esa situación definitoria. “Estamos en una situación de un nivel de estrés un poco mayor porque es el repechaje final. Los que manejen mejor el estrés, la ansiedad, la gestión de las emociones, van a tener muchos elementos a su favor”, dice el experto.

Nieri está convencido de que tras conocer el resultado adverso que arrojó el delantero peruano en la prueba antidopaje, el episodio se convirtió en un factor en contra en el partido ante Nueva Zelanda. La incertidumbre –o ‘la falta de certeza’, uno de los elementos que más genera estrés en el ser humano, dice Nieri– se apoderó de los jugadores y del cuerpo técnico ese día. “Este contexto ha generado varios días de incertidumbre: si va a jugar, no va a jugar, las consecuencias…”, explicó.

SIN GUERRERO

“Había un desconcierto total en el comando técnico y todo lo que habían planificado se cayó. Este contexto [jugar sin Guerrero] genera un remezón emocional, desestabiliza, y da la casualidad de que es justo cerca al partido y, además, es el capitán, es el líder, es el referente”, agrega Nieri. “Tienen que haberle dedicado tiempo de trabajo con el equipo para ver este tema, procesarlo y ahí decir: ‘bueno, ya se acabó, nos tenemos que enfocar’”.

Ahora, “la figura que tiene que reemplazar a Guerrero es el equipo”, afirma el experto, para quien la ‘blanquirroja’ debe respetar su juego; es decir, tocar al ras, crear opciones, romper líneas. En su opinión, esta generación de futbolistas peruanos ya no debe cargar con el peso histórico de arrastrar 36 años sin ir a un mundial. De esto se ha aprovechado el entrenador de Nueva Zelanda, quien inteligentemente lanzado la presión hacia la selección peruana. “Nosotros no debemos recibir esa presión: o se la devolvemos como en tenis o la esquivamos”, dice Nieri.

Perú trabaja por primera vez territorio neozelandés de cara al repechaje frente a los All Whites. (@SeleccionPeru)
Perú trabaja por primera vez territorio neozelandés de cara al repechaje frente a los All Whites. (@SeleccionPeru)

La psicología en el fútbol peruano gana cada día más terreno y se va tomando más en serio. Nieri cuenta que por primera vez en el equipo de la Copa América 2015 viajó un psicólogo junto con la selección, y que eso ya es un gran avance. “Si revisas cómo trabajan los clubes de menores, cuántos tienen nutricionistas del deporte, fisioterapeutas, psicólogos, te llevarías una sorpresa: faltan profesionales en esa línea. Eso afecta mucho, no se está formando al jugador con todas las capacidades necesarias para que pueda rendir en el más alto nivel”, explica Nieri, y agrega que, como parte de la idiosincrasia peruana, hay mucha informalidad en estas áreas, “muchas personas vinculadas que no son psicólogos del deporte”.

“No nos engañemos, [el destacado nivel de la selección peruana] no es que solucione todo lo que hay que hacer abajo”, afirma el experto. “Es necesario producir jugadores completos y la parte psicológica en ese sentido es fundamental”. Lo ideal, termina diciendo Nieri, es convertir esta crisis en una oportunidad para fortalecer al grupo y unirlo, para sacar un buen resultado adelante, para que este grupo pueda demostrar una vez más de qué está hecho y lo que puede conseguir.