Algunos podrían calificar de extraña la sensación de tranquilidad que dejó Perú después de su último amistoso del año frente a Colombia, a pesar der la derrota. Muchos estábamos expectantes a lo que iba a presentar en el campo. Una formación distinta en forma y fondo a la que ya nos tenía acostumbrados.

El último encuentro amistoso con los cafeteros previo al de este viernes, que también perdimos, nos dejó sensaciones totalmente diferentes. Un equipo con una total dependencia de algunos que cuando no están bien, no está bien el equipo, ni hay quien los reemplace.

Aunque Raul Ruidiaz no ha logrado anotar, se le vio mucho más cómodo y generando detrás de Guerrero. Yoshimar Yotún, pieza indispensable en la blanquirroja puede ausentarse, porque Pedro Aquino hace buena dupla con Renato Tapia, así lo demostró. Siempre buscando ser opción y con gran compromiso en la recuperación. Luis Advíncula volvió a jugar en la posición que se desempañaba en los inicio de las era del ‘Tigre’ y lo hizo bien.

Hay mucho que mejorar, eso es claro, pero la sensación genera optimismo. Colombia no nos pasó por encima y existe material para trabajar. Tenemos jugadores que se mantiene en la órbita del entrenador constantemente buscando ser ese aire que el equipo necesita en cada y entre cada partido de esta larga eliminatoria.

Por su parte, Ricardo Gareca sigue probando para encontrar soluciones a problemas que se generaron de la repetición constante. El trabajo continuará y la fe sigue intacta, porque este tipo de evaluaciones la alimentan.