Neymar intenta quitarse el traje de superhéroe a pesar de que en Brasil es visto como la única luz que guía a la selección de fútbol después de marcar dos goles en la última victoria ante Estados Unidos.
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"La selección siempre tuvo muchos jugadores de calidad. Nunca fue de un hombre solo. Felicito a todos los jugadores que están jugando muy bien y representando a Brasil en estos dos amistosos", dijo el delantero tras el 4-1 ante Estados Unidos, partido en el que sólo entró en el segundo tiempo.
"Estoy aquí para ayudar. Lo mío es estar en campo, marcando goles y ayudar. Quiero estar siempre a disposición de mi entrenador", añadió.
El encuentro ante los norteamericanos es el último de Brasil antes de medirse ante Chile y Venezuela, en octubre, por las eliminatorias mundialistas. En esas dos citas claves, los dirigidos por Carlos Dunga tendrán que arreglarse sin su estrella, que cumplirá una suspensión que data de la Copa América de Chile.
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En el amistoso anterior, disputado el sábado ante Costa Rica, Brasil arrancó un deslucido triunfo por 1-0, con Neymar actuando pocos minutos. El mediocre desempeño del equipo trajo a la memoria los peores recuerdos del Mundial de 2014, en el que la selección pentacampeona sufrió la mayor goleada de su historia, por 7-1 ante Alemania.