Redacción PERÚ21

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Nació en un entorno complicado y con algunas limitaciones económicas. Chalaco de corazón, vivió toda su infancia en el Callao. Allí se consagró como un ídolo en , pero debió sudar más de la cuenta desde pequeño para llegar a ser un jugador profesional.

A los 5 años, 'Kukín' ya estaba en la calle trabajando. Era el menor de 11 hermanos y sus padres se habían ido de casa. Debido a las necesidades, "se buscaba la vida" limpiando carros. En una de sus jornadas laborales, le tocó cuidar el auto de Julio César Uribe, ídolo del fútbol peruano. 

En un programa de 'El Valor de la Verdad' del 2014, Carlos Flores reveló detalles de su infancia. La primera pregunta contestó esta anécdota del ex futbolista con el 'Diamante Negro'. 

"Me tocó ir a la avenida Faucett con Venezuela, en un restaurante muy conocido. Estaba limpiando autos, una cosa que no me avergüenza porque era un trabajo honrado. Creo era la época de España 82. Perú había clasificado al Mundial y llegó Julio César Uribe. Te digo, Beto, que es una sorpresa para él, porque nadie lo sabe. No se lo he contado ni a mi hija", contó 'Kukín'. 

"Yo estaba recostado en un auto y llegó en un carro verde, un Toyota de esos antiguos Corona. Llegó, me imagino que eran sus hermanas, con dos o tres morenas. Creo que llegó de clasificar al Mundial. Entró con su familia al restaurante y yo me quedé ahí esperando. Cuando salió, yo me quedé y dije: '¡Wow!' Verlo era lo máximo. Abrió la puerta, le di la mano y me dio una propina. No recuerdo si fue una gran propina, si fue poco o mucho, pero la mejor propina fue que nos llevó a un Mundial", reveló el 'hijo pródigo del Callao'

Puedes ver aquí el momento de la confesión de Carlos 'Kukín' Flores desde el minuto 4: