A los 18 años, en el 2009, pegó más fuerte que nunca. A punta de canillazos de fierro, se coronó como campeón nacional en el Sudamericano de muay thai, organizado en Perú. Luego se dio una pausa prolongada. Una lesión en esa misma canilla, que parece recubierta por el metal más duro del planeta, lo dejó fuera de toda competición.