No solo los puños de Muhammad Ali fueron noqueadores, también lo fueron sus palabras. Su afilada lengua dio qué hablar más de una vez, y no solo por sus frases cargadas de mensajes de empuje y perseverancia, sino sobre todo por su crítica al racismo y su defensa a la diversidad racial.
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En una de sus más famosas entrevistas a la BBC —que se puede revisar en YouTube— Ali se pregunta, de un modo bastante irónico, por qué Dios es blanco.
En otras ocasiones Muhammad Ali explicaba con elocuencia su cercanía con Dios y su riqueza espiritual. Además, aconsejaba a los más jóvenes a no dejarse vencer por la adversidad.
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Muhammad Ali pasará a la historia como un gran hombre no solo dentro del ring. También defendió principios, dijo no a la guerra de Vietnam, y se negó a incorporarse al Ejército, lo que le costó cinco años de condena por insumisión, fue suspendido tres años y despojado de su título. Su convicción fue mucho más fuerte.