Michael Sam, estrella de los Tigers de la Universidad de Missouri, declaró públicamente su homosexualidad y podría convertirse en el primer jugador gay en llegar a la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) si es elegido en el sorteo colegial de mayo próximo.
"No tengo miedo de decirle al mundo quién soy. Soy Michael Sam: graduado universitario. Soy afroamericano, y soy gay", declaró Sam en una entrevista con el New York Times. "Estoy cómodo en mi propia piel", agregó.
La declaración del jugador no sorprendió a sus compañeros de equipo de la universidad, quienes desde agosto pasado ya tenían conocimiento de su realidad personal.
Ahora Michael Sam dijo que quería contar su propia verdad sin que nadie pudiese tergiversarla y además reiteró su objetivo, aunque está un poco nervioso en todo el proceso, es llegar a ser jugador de la NFL.
"Comprendo cuán grande es esto", admitió. "Es algo grande. Nadie lo ha hecho antes. Y es un proceso un poco nervioso, pero sé lo que quiero ser… quiero ser un jugador de la NFL", acotó.
Al ser consultado sobre qué sintió en el momento de hacer su primera confesión, Sam admitió, que tuvo miedo, aunque de alguna manera sus seres queridos ya lo sabían, pero reiteró que todo el apoyo que recibió fue la base para el segundo paso de darlo a conocer a todo el mundo.
El domingo por la noche, la NFL emitió un comunicado apoyando a Sam.
"Admiramos la honestidad y coraje de Michael Sam", señaló el vicepresidente de comunicaciones de la NFL, Greg Aiello, en un comunicado. "Michael es un jugador de fútbol americano. Cualquier jugador con habilidad y determinación puede tener éxito en la NFL. Ansiamos la oportunidad de dar la bienvenida y apoyar a Michael Sam en el 2014".
Entre otros atletas profesionales que han admitido ser homosexuales, Jason Collins, un veterano de 12 años en la NBA, hizo su anuncio en un artículo de Sports Illustrated al final de la temporada del 2012-13, pero no ha jugado desde entonces, porque ningún equipo le ha ofrecido contrato.