Jorge dice no tener enamorada, pero sí alguien especial en México.(USI)
Jorge dice no tener enamorada, pero sí alguien especial en México.(USI)

Redacción PERÚ21

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Por Gonzalo Pajaresgpajares@peru21.com

Tiene apenas 16 años y ya es la ilusión de un país que ha empezado a ganar. Jorge Cori acaba de obtener el Campeonato Mundial de Ajedrez –realizado en Brasil– y nos dice que quiere ser uno de los mejores del mundo. Lo apoyan Cementos Lima y el colegio Saco Oliveros. Con el aliento de los peruanos y su talento, sin duda, lo logrará.

Tu padre te enseñó a jugar ajedrez, ¿no es verdad?Sí, yo tenía unos cinco o seis años. Me enseñó a mover las piezas y, al poco tiempo, empecé a ganarle. Mi padre pensó que le ganaba porque él era malo, no porque yo fuese bueno (risas). Al poco tiempo me llevó a jugar contra sus amigos, quienes jugaban un poco mejor… y también les gané (risas).

¿A qué edad aprendiste a leer?No lo recuerdo. Es más, no recuerdo si primero aprendí a leer o a jugar ajedrez (risas). Mi memoria solo es buena para el ajedrez (ríe). Por ejemplo, cuando voy a Argentina la gente se me acerca y me dice: "¿No me recuerdas? ¡Pero si nos conocimos en tal torneo!" (ríe).

¿Fuiste un alumno destacado en el colegio?Sí. Acabo de terminar. En Matemáticas era bueno; en lo que sí he sido malo es en Inglés, nunca me gustó el curso. Lenguaje, Geografía e Historia me aburrían.

Cortázar decía que los talentos del ajedrecista y del poeta son inexplicables. ¿Qué opinas?(Ríe). Todos somos talentosos, todo está en saber encontrar este talento y, sobre todo, en explotarlo.

Deysi, tu hermana, dice que te gana; tú dices que le ganas. ¿Su entrenamiento se da enfrentándose entre ustedes?No. En febrero de este año nos fuimos a Argentina, a prepararnos, pues siempre es mejor enfrentarse con rivales que son mejores que nosotros. Allí uno adquiere experiencia y se vuelve un estratega. Hay una página en Internet –Búho21– donde se juegan partidas rápidas. Allí jugaba con una persona que siempre me ganaba. Pero un día me dije "no puede ser" y me puse a estudiar mucho. Agarré ritmo, reconocí sus puntos débiles y le empecé a ganar. No soy de los que se dejan vencer, siempre voy para adelante.

¿Has estudiado a los grandes estrategas de ajedrez como Capablanca o Fisher?Hasta hace poco, en eso no era muy bueno, desconocía muchas partidas clásicas. Por ejemplo, hay una partida que se llama 'La inmortal' (disputada entre el alemán Adolf Anderssen y el francés Lionel Kieseritzky, en 1851) que yo desconocía a pesar de mis 2400 de ELO y de ser un Gran Maestro Internacional. Mis entrenadores me decían: "¿Cómo es posible que no la conozcas, si la conoce hasta un niño?" (risas). Yo no empecé estudiando a los mejores, yo jugaba por instinto, pero esto me ha llevado a tener mucha experiencia y a jugar muy bien; a darme cuenta de en qué era bueno, en qué era malo, qué hacer para no perder… y todo por mí mismo, sin tener que estudiar (ríe).

¿Sueñas con tus partidas?Sí. Hace un mes soñé que perdía en la primera rueda del mundial, que me iba tan mal como en el Panamericano. Me dije: "No puedes tener dos rachas malas. Sé que vas a ganar". Además, me preparé muy bien. Esto, la confianza en mí mismo y la experiencia, hicieron que recuperase la fe. Hoy soy mejor jugador que ayer.

¿Te ves como el mejor ajedrecista del mundo?Me estoy preparando para ello, sobre todo durante los últimos tres años, donde he viajado mucho y he participado en muchos torneos. Por ejemplo, mi preparación reciente ha sido con tres grandes maestros y sé que vendrán torneos más fuertes y me he propuesto subir, subir y subir. No sé si seré el mejor del mundo, sí uno de los mejores.

¿Por el desarrollo de tu carrera, has pensado en irte a vivir fuera del Perú?No. Yo estoy bien en el Perú y quiero mucho a mi país. Acá están mi familia, mis amigos y la gente que quiero. Viajaré por el mundo a jugar los torneos y a entrenar, pero viviré en el Perú. Gracias a Dios cuento con el apoyo de mi familia y de empresas como Cementos Lima y Saco Oliveros, pero creo que el resto de mis compañeros ajedrecistas también deberían ser apoyados. El IPD, la Federación Peruana de Ajedrez nos apoyan, no tanto como uno quisiera, pero apoyan. En Brasil hemos sido sextos por equipos, pudiendo ser segundos y, además de mi medalla, hemos traído una de plata. Es un gran mérito.

¿Te han hecho la prueba de coeficiente intelectual?Recuerda que soy un desmemoriado. Mi papá dice que sí, que estaba en la escala 'normal' pero un poquito más arriba (risas). Eso sí, mi papá es un hombre muy inteligente. A él y a mi mamá, mi hermana y yo les estamos muy agradecidos porque dejaron todo por nosotros: su trabajo, sus vocaciones.

¿Tienes enamorada?Todavía no; tengo a alguien especial: es una ajedrecista mexicana. Me la encontré en el Mundial, pero me alejé por el torneo. Cuando lo gané, sí me le acerqué (risas).