Conversamos con el deportista Mariano Wong. (Perú21/ César Campos)
Conversamos con el deportista Mariano Wong. (Perú21/ César Campos)

Ping-pong, fútbol, básquetbol, natación, vóley, bádminton, frontón y karate son los deportes que recuerda haber practicado desde los 5 años de edad. Hincha de Universitario, el fútbol era de sus deportes favoritos. Jugaba de defensa central y admiraba al ‘Puma’ Carranza. Integraba la selección del colegio. Pero a los 7 años de edad llegó el karate, deporte que fue ganando terreno porque lo empezó a asumir como un estilo de vida, una filosofía, un terreno para los valores, como la disciplina.

A sus 22 años, ha sido seis veces campeón sudamericano, entre otros logros latinoamericanos. Pero tal vez el punto más elevado fue ganar la medalla de bronce en Lima 2019, en la modalidad de kata individual. Y hace unos días conquistó su primera medalla de 2020 al lograr en Chile la presea de plata en kata por equipos.

Aún recuerda las palabras del sensei Akio Tamashiro. “No sé qué tan lejos puedas llegar en el fútbol, pero en el karate estarás en la selección antes de los 14 años”. Eso le dijo a Mariano Wong a los 9 años, y tres años más tarde entró a la selección. “En el fútbol no hubiera llegado muy lejos”, me dice y sonríe con discreción, sentado en el tatami del Centro Naval de San Borja.

¿El kata siempre fue lo tuyo?

De chiquito hice kata y kumite (combate). Incluso, he ganado campeonatos de kumite, pero me fue gustando más el kata.

¿En qué momento descubres que lo tuyo era el kata?

Para ser kumitero tienes que tener sangre de guerrero, sin miedo para entrar con todo, es una actitud diferente. Yo soy un poco más tranquilo, yo necesito concentrarme en lo mío, enfocarme en la dificultad de la técnica. Y el kata me gusta porque tiene movimientos explosivos y lentos.

En una entrevista contaste que te ponías nervioso en el fútbol y en el karate no. ¿Cómo así?

En el fútbol dependía de todo un equipo; en cambio, en el kata estoy solo, es mi momento, donde me luzco yo.

¿Dirías que eres una persona que prefiere la soledad?

Para hacer deporte me gusta lucirme y mostrarme individualmente. Confío en lo que hago en el tatami, por eso entreno seis horas diarias.

¿Y en el karate no existen los nervios?

Los hay. Hay nervios porque estás en el tatami solo y el público te está viendo a ti.

¿Qué te ha dado el karate?

Me ha ayudado en mi día a día y en mis estudios. De chiquito era muy travieso y me costaba concentrarme para estudiar. El karate me ha dado mucha concentración y tranquilidad.

¿Cómo sería un gol en kata?

Ganar tu ronda. Te ponen un puntaje dependiendo de la técnica y física. Con un buen puntaje pasas a la siguiente ronda.

¿Cómo se logra ello?

Teniendo una técnica con un buen recorrido, un buen desplazamiento, si tienes explosividad y resistencia física.

¿Qué es explosividad?

Hacer un movimiento desde cero hasta 100, y que ocurra en pocos segundos. Es una de las cosas que entreno día a día.

Me ha costado entender que el kata es un deporte. Lo veía más como una danza.

Hay que partir de que el karate antes de ser un deporte, es un arte marcial. El karate se creó para matar con un solo golpe, se usó en la guerra de Japón para poder defenderse y atacar. Entonces, lo que ves en el kata son movimientos de ataque y defensa, explosivos y lentos, que tienen una finalidad, que es pelear. El espectador tiene que sentir que la persona que hace el kata está realmente peleando.

¿Y dónde está lo deportivo?

En que estás compitiendo y estás exigiendo al máximo tu cuerpo, y no solo el cuerpo, sino también a la mente. Tratas de ejecutar a la perfección.

También hay arte, en el sentido estético del movimiento del cuerpo.

Sí, se puede ver de esa manera, porque hay figuras, posiciones que son armoniosas.

Señalas que te preparas mentalmente. ¿Qué implica ello?

Necesitas estar con tu psicólogo para que te dé consejos, que los realices en tus entrenamientos y en las competencias, para saber cómo controlar los nervios y la presión.

El karate es respeto y control.

El karate me ayudó a controlar emociones, acciones. De chiquito era arrebatado, mi mamá me decía algo y yo decía no, y hacía todo lo contrario. Repito, el karate me tranquilizó.

¿Logras abstraerte del todo cuando te paras en el tatami?

Sí y lo logro porque lo disfruto. Cuando entro a hacer mi kata, soy yo, es mi momento. Si disfrutas algo, eres capaz de lograr lo que te propones.

¿Por qué el karate es de los deportes que más medallas trae al Perú?

El karate siempre le ha dado logros al Perú porque hay planificación y trabajo. Y un aspecto importante es el trabajo en equipo. La amistad que existe entre nosotros no la tiene cualquier deporte, nos conocemos mucho, hemos viajado bastante desde que éramos chicos. Somos un equipo.

Te dedicas desde pequeño al deporte. ¿Por qué eliges estudiar Administración?

Porque quisiera crear una academia y tener un gimnasio. No me gustaría salirme del deporte.

¿De qué depende el éxito?

El éxito depende de pequeños detalles, desde que te levantas y lo haces a la hora que suena la alarma. Así de minuciosa es la cosa.

¿Y cómo se administran las derrotas?

Son parte de la vida. Lo importante es saber levantarte y aprender de los errores. Aprender de esas pequeñas cosas.

AUTOFICHA:

- “Soy Mariano Fabricio Wong Alfaro. Tengo 22 años. Nací en Lima. Ya estoy por acabar la carrera de Administración y creo que me especializaré en Marketing, porque soy creativo y también me gusta trabajar en equipo en una oficina, y compartir los logros”.

- “He sido seis veces campeón sudamericano en la categoría individual. También he sido una vez campeón panamericano en individual. Y he sido medallista de bronce en el mundial juvenil de España por equipos. He sido plata en los Bolivarianos y bronce en Odesur”.

- “Ahora apunto a llegar a Tokio 2020, donde estará el karate. En mayo hay un campeonato en el que los tres primeros clasifican directamente a las Olimpiadas. Otra vía es por el ranking: ahorita estoy, más o menos, en el puesto 100, y clasifican los cuatro primeros. El tema es sumar puntos”.