Piccolo Clemente: Medalla de oro en Surf Longboard. (Foto: Jesús Saucedo)
Piccolo Clemente: Medalla de oro en Surf Longboard. (Foto: Jesús Saucedo)

Ayer volvió a ser un gran día para el , tanto como el sábado 27 de julio. En aquella oportunidad lográbamos tres medallas de oro en un solo día con Gladys Tejeda, Cristhian Pacheco y Diego Elías.

Recientemente, el surf nos ha regalado la oportunidad de volver a vivir un momento como este. Sensaciones de emoción y orgullo contenidas en algún gesto.

Este derroche dorado lo inició Benoit ‘Piccolo’ Clemente obteniendo el primer lugar en surf en la modalidad de longboard. Se consagró con una destacada presentación, casi perfecta. Le siguió Daniella Rosas, quien se ubicó en lo más alto del podio en la modalidad open surf femenino. Y para rematar con broche de oro, literalmente, Lucca Mesinas consiguió la tercera medalla dorada para nuestro país en el open surf masculino.

Todo esto sin contar las otras tres medallas de plata de Maria Fernanda Reyes (longboard), Tamil Martino y Vania Torres (stand up paddle) que nos regalaron.

Esta jornada única ha sido fruto de una preparación constante y enfocada en grandes objetivos. Si bien las premiaciones en este deporte son individuales por sus diferentes modalidades, el trabajo fue en equipo. Así lo confirmó en reiteradas ocasiones el más experimentado del grupo, ‘Piccolo’ Clemente. Tras haber logrado el premio más anhelado por los deportistas en los Juegos Panamericanos, solo atinó a repetir varias veces que juntos habían conseguido tamaños resultados.

Ese mismo día y más tarde, en una realidad paralela pero totalmente diferente, la selección sub 23 de fútbol masculino perdía frente a Jamaica en lo que sería su tercer y último partido en Lima 2019.

Los dirigidos por Nolberto Solano generaron gran expectativa al inicio de esta competencia. Esto, por la calidad innegable de los jugadores convocados como Andy Polar, Kevin Quevedo y Jesús Pretell, que incluso fue llevado a la última Copa América.

Lamentablemente, el equipo de ‘Ñol’ no demostró, no gustó y nunca ganó. Pero, más allá de los resultados, preocupa que se haya visto una suerte de improvisación en el campo.

Con grandes errores en defensa y poco que ofrecer en ataque, nunca pudo consolidarse más allá de algunas buenas actuaciones individuales. Falto compenetración y mucha rebeldía. Además, un jugador debe saber qué significa ponerse la camiseta de su país y representarlo, a la edad que fuese, pero eso se les debe inculcar desde pequeños.

Un deporte como el fútbol en nuestro país, tiene apoyo o por lo menos mucho más que otros. No es justificable la falta de organización y el poco trabajo anticipado para dar la talla en un evento multideportivo mundial como este.

La selección mayor ha dejado la valla alta pero que ello no nos confunda, sino más bien nos motive a trabajar fijándonos metas a corto y largo plazo. La selección de Ricardo Gareca simboliza al Perú pero no representa el fútbol peruano.

¿Preparación vs. improvisación?