Lebron James, el mejor y más odiado jugador de la NBA. (EFE)
Lebron James, el mejor y más odiado jugador de la NBA. (EFE)

Redacción PERÚ21

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Desde que se autodenominara rey de la –King James, para ser exactos-, vive en una lucha permanente consigo mismo por ser el mejor y el más odiado jugador de la mayor liga de básquet del planeta.

El odio hacia LeBron James es uno de los temas favoritos de análisis entre los expertos y aficionados de la NBA. Si uno googlea 'why everybody hates LeBron' –por qué todo el mundo odia a LeBron-, el buscador dispara 380 mil resultados en 0,54 segundos.

Existe una nutrida página web –que vende polos con inscripciones contra la estrella de los Cavaliers- con el expresivo nombre de .

Pero no solo fanáticos o periodistas deportivos se dedican a analizar el odio por 'El Elegido' (otro de sus varios y humildes apodos), en un y publicado en Forbes, el periodista Monte Burke se preguntaba –cómo no- ¿Por qué todos odiamos a LeBron James? y apuntaba cuatro razones básicas:

1.-Se debió quedar en Cleveland, el equipo de su ciudad natal, y no huir a los Miami Heaten, un equipo diseñado para ganar un anillo de campeón "fácil".

2.-Nunca ha ganado un campeonato.

3.-Su estilo de juego no es suficientemente atrevido.

4.-Gana demasiado dinero.

Las razones 1, 2 y 3 han dejado de tener sentido. LeBron ganó dos campeonatos -2012 y 2013 con los Miami Heat; en 2014 decidió volver a jugar por Cleveland y si alguien cree que LeBron James sigue siendo poco atrevido, bueno…

La razón 4, qué vamos a hacer, estamos hablando de una liga donde el sueldo promedio es de US$ 4,9 millones al año y LeBron se lleva US$ 64,6 millones entre salario y auspicios.

Pero quizá la razón más importante, aunque haya muchas más, por la que todos odiamos a LeBron es porque es uno de los jugadores más dominantes de la NBA. Capaz de lo peor y lo mejor. Incluso, con escasos minutos de diferencia, como el último domingo.

Los Cleveland Cavaliers ganaban por dos puntos a los Chicago Bulls a falta de 18 segundos, la victoria empataba la serie 2-2 (en las series de playoffs los equipos de la NBA juegan a ver cuál de los dos equipos consigue cuatro victorias, el ganador pasa a la siguiente ronda). Cleveland saca de banda, el balón llega a manos de LeBron y este, rodeado por dos rivales, derriba a uno de un codazo. Falta ofensiva y pelota para los Bulls.

En la siguiente jugada la estrella de Chicago, Derrick Rose, no pierde el tiempo, ataca el aro y empata el partido con una canasta solo contra el mundo. A continuación, LeBron se hace con el balón en su cancha y se va solo hasta el aro rival,ataca la canasta y pierde la pelota. Reclama falta, los árbitros no la pitan pero, para su suerte, un jugador de Chicago toca el balón antes de que salga fuera y Cleveland retiene la posesión.

A estas alturas, la cara de desesperación de King James es de momento Kodak. Casi cualquier otro jugador, luego de esos dos fallos absurdos, estaría destruido. ¿Qué hizo LeBron? Cuando su equipo sacó del fondo del campo, se desmarcó de su defensa, se fue hacia la esquina, pidió la pelota y lanzó pisando la línea de tres puntos. Kaboom. Dos puntos y James, perdón, Cleveland, se lleva el partido.

Aquí pueden verlo:

Y aquí pueden volver a ver cómo King James, luego de meter la pata –o el codo y el hombro dos veces seguidas- ganó el partido en el último segundo:

¿Para odiarlo con toda el alma, no?

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