Paolo Guerrero se retiró de la cancha del estadio Centenario con mucha rabia por la derrota 4-2 ante Uruguay y criticó la actuación del réferi brasileño Leandro Vuaden.
"Así es imposible ganar, tuvimos que luchar contra el rival y contra el árbitro. Tengo las piernas destrozadas. Hay faltas que no nos cobraron, así es imposible ganarlo", manifestó el 'Depredador' al salir del vestuario.
Guerrero elogió el desempeño de sus compañeros, pues afirmó que el equipo dejó todo en la cancha para traerse un buen resultado y salir del último puesto de las Eliminatorias.
"Dimos todo por regresar con algo, pero el árbitro nos perjudicó. Estuve bien acompañado por mis compañeros. No fui el llanero solitario", concluyó.