Fútbol peruano: ¿Recuerdas cómo eran los dobletes y tripletes?

El fútbol volverá a rodar a partir de este viernes en Perú. Cinco meses han pasado desde aquel último partido de la liga que disputaron Ayacucho FC y Alianza Universidad en el Estadio Ciudad de Cumaná. Por ese entonces nadie se imaginaba que luego vendría una pandemia que obligaría a parar al país y al fútbol. Pasados unos meses, hemos visto con nostalgia cómo semana a semana las ligas del mundo fueron reiniciando sus actividades. Primero la Bundesliga, luego la Liga Española, la Premier y la Serie A. Cada vez faltaba menos para que nos toque, hasta que llegó: este viernes 7 de agosto vuelve a rodar la pelota.

Pero la nueva normalidad ha traído consigo profundos cambios para el fútbol. Tal como ha ocurrido en otros países, este reinicio viene con un estricto protocolo de bioseguridad. Desde partidos sin público hasta encuentros en una sola ciudad. Lima será la sede única del torneo peruano y ante la falta de escenarios y lo ajustado del calendario, la federación ha optado por recobrar una vieja costumbre: los populares dobletes.

VAMOS AL NACIONAL

El origen de los dobletes y tripletes se remontan a los primeros años del fútbol peruano. Diarios limeños de principios del siglo XX ya mencionaban que los clubes, amateurs hasta entonces, organizaban partidos de fútbol doble. Y así, con el pasar de los años, dicho mecanismo fue usándose con bastante recurrencia hasta convertirse en tradición del fútbol profesional. Su principal objetivo era suplir una la falta de estadios para desarrollar los partidos, por lo que se optaba por organizar los encuentros en una sola sede. Si a eso le sumamos que la mayoría de los equipos eran limeños y no se transmitían por televisión, la idea no resultaba tan mala. La fiesta, color, comida y la asistencia en masa fueron el combustible para que por muchos años se programen estos partidos en la liga peruana. Familias enteras llegaban desde el mediodía al Estadio Nacional –casa tradicional de estos partidos– para ver una jornada que podía alargarse por 6 u 8 horas, dependiendo de si era un doblete o un triplete.

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El 14 de mayo de 1994, el Nacional albergaría uno de los tripletes más recordados del fútbol peruano. Por última vez una jornada de tres partidos tenía como participantes a Universitario de Deportes y Alianza Lima. Los cremas abrirían la jornada con una goleada por 3 a 1 al Ciclista Lima con goles de Juan Reynoso, Eugenio Dolmo Flores y César Obando. El partido intermedio lo protagonizó San Agustín, que le ‘encestó’ cuatro al Defensor Lima. El broche de oro lo tendría Alianza Lima, que en medio de una intensa neblina logró voltearle el partido al Sport Boys.

Vale recalcar que eran épocas distintas, donde podían coincidir en una sola tarde los hinchas de Universitario, Alianza Lima y Sport Boys. Hoy algo así suena impensado, pero aquella tarde de 1994 más de 18,000 espectadores disfrutaron de la jornada.

FÚTBOL POR DOS

Una visita a la hemeroteca nos trae el último doblete jugado en el Nacional. Ocurrió en agosto de 2018 y tuvo a dos históricos como protagonistas: Sport Boys y Deportivo Municipal. Mientras que Unión Comercio y Sport Huancayo completaron el cuarteto. Hace ya mucho que se había dejado de practicar este formato; sin embargo, la peculiar programación se llevó a cabo porque se trataba de la última fecha del Apertura 2018 y los cuatro clubes no tenían mucho por pelear. Por eso acordaron alquilar el recinto deportivo en conjunto para aminorar costos. Aquel doblete estaría muy lejos de ser una fiesta y apenas congregaría a un poco menos de 3 mil espectadores.

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¿Pero cómo estas jornadas llegaron a ser obsoletas? En su artículo titulado “Dobletes, nostalgia y futuro”, publicado en el portal DeChalaca, el periodista Raúl Behr menciona que la descentralización del fútbol (a fines del milenio pasado), conllevó a la desaparición de estos formatos. Las fechas de la liga profesional cada vez se jugaban en provincias distintas a Lima, con lo que ya no era necesario aglomerar dos o tres partidos en un solo estadio. En el mismo artículo, Behr precisa otro punto a tener en cuenta: cómo estos formatos influyeron en la concepción que formamos los peruanos sobre el fútbol. Es que, a diferencias de las ligas de otras naciones, los dobletes y tripletes nos enfrascaron en una visión menos individualista. Con el viejo Estadio Nacional soportando gran cantidad de partidos, los clubes no tuvieron la necesidad de desarrollar sus propios estadios y sedes, lo que conllevaría posteriormente a tampoco generar una identidad propia con su hinchada.

Aunque la nostalgia nos pueda llegar a embargar, fue parte de la evolución del fútbol peruano que los dobletes y tripletes hayan desaparecido. Ahora la nueva normalidad los ha traído de vuelta, pero con claras diferencias: sin público y con el único objetivo de evitar una mayor movilidad entre los clubes. En otras palabras: los dobletes están de vuelta, pero sin la fiesta de antaño.