No duden de Brasil, la pentacampeona ya está aquí. La derrota ante Camerún solo sirvió para estimular a un grupo unido en torno a Tite, un bloque que saltó y vibró con cada gol asestado a la pobre Corea del Sur, maltratada en Catar ante la mejor exhibición de fútbol, aunque solo durara una parte, que se ha visto en estos octavos de final (4-1).