Luego de ser duramente criticado por la hinchada, a causa de una serie de malos resultados de Boca Juniors en los últimos encuentros disputados (tres derrotas y un empate en los últimos cuatro encuentros), Luis Advíncula se sacudió de los cuestionamientos y calló a sus detractores con un soberano golazo que encaminó a una remontada.
Los xeneizes recibían, por la segunda fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores, al Deportivo Pereira en La Bombonera con la misión de sacar los tres puntos, necesarios tras el empate a cero ante el modesto Monagas de Venezuela. Sin embargo, todo se puso cuesta arriba cuando Jimer Fory puso el primero para la visita.
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La pesadilla parecía que se extendería más y que, otra vez, la defensa sería el blanco de las críticas de los hinchas. A poco de terminarse los 90 minutos reglamentarios, y mientras los comentaristas sepultaban al cuadro argentino, un pase que Sebastián Villa no pudo controlar, le quedó al lateral peruano que al verse sin marca, disparó de zurda de fuera del área. El balón se coló la escuadra y así salvaba el empate.
El grito de gol de Advíncula, más que celebración, fue un desahogo. Pero no quedaría ahí, pues poco después Maicol Medina, quien ingresó temprano ante una lesión de Alexander Vásquez, recibió su segunda amarilla y, con superioridad numérica, Alan Varela puso, a los 99 minutos, el segundo para los locales, que lograron su primer triunfo en esta Libertadores.
Con esta victoria, también rompen la mala racha que los puso muy debajo de los primeros lugares en la liga doméstica, situación que buscan revertir. La crisis en Boca si bien no ha terminado, el triunfo ante el elenco colombiano es un elixir que les da calma para afrontar de la mejor manera los próximos retos en las competiciones que restan por disputar.