Lionel Scaloni se olvidó de las formas, las reglas y de las cámaras. El estratega de la selección argentina liberó toda la presión que tenía sobre sus hombros cuando Lautaro Martínez forzó la jugada que terminaría en el empate transitorio de los albicelestes en la altura de La Paz (44′).
El DT pegó un gran salto, apretó los puños, soltó el grito y pegó la carrera hacia el encuentro con el delantero del Inter de Milán, sin darse cuenta, que había invadido el campo de juego para sorpresa de sus jugadores y de sus rivales bolivianos.
El estratega parecía entender que este era el punto de partida para la remontada que llegaría con un gol de Joaquín Correa, sobre los 79, en un triunfo que podría ser determinante en los intereses rioplatenses de cara a Qatar 2022.
El festejo de Lionel Scaloni fue comparado con la efusividad de Diego Maradona para festejar su gol ante Grecia o el de Martín Palermo ante la selección de Perú.