La final de la Libertadores debería definirse este 4 de noviembre en el estadio Maracanã entre Boca y Fluminense, pero -por culpa del Flamengo- esto podría cambiar y trasladarse ¿al Monumental?
Primero. Los rubronegros, clásicos rivales del Fluminense en Rio de Janeiro y uno de los administradores de dicho recinto deportivo, planea jugar el Brasileirão apenas 3 días antes de la final continental.
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Así es. El 28 de octubre y el 1 de noviembre, el ‘Fla’ tendrán que medir sus fuerzas ante el Red Bull Bragantino y el Santos en el Maracanã por la Serie A de Brasil y planean hacer respetar su localía.
Por ello, la Conmebol, máximo ente rector del balompié sudamericano y organizador de la mencionada Copa, tendrá que dialogar con el Flamengo y con la Confederación Brasileña (CBF) para reprogramar dichos duelos.
Segundo. En medio de todo eso, Universitario de Deportes asoma a la puerta de la organización. ¿Por qué? Porque podría volver a postularse como la sede de la final de la Libertadores, como hace 4 años.
Recordemos que, en 2019, la definición del máximo título de clubes se realizó en Ate: la vibrante fiesta entre el Flamengo y River Plate se vivió sin ningún problema, ya que fue perfectamente organizada por los cremas.