El futbolista se mostró enfadado, pese a que solo perdió cosas materiales y no fue afectado ningún familiar. “Mi esposa perdió algunas bolsas, algunas joyas, pero alabado sea Dios, no es esencial. Lo que me sorprende es esta sensación de de tener los pantalones bajados y eso, ¡no lo acepto! Gracias a Dios, mi esposa y mis hijos estaban a salvo en Munich, pero ¿cómo podemos confiar hoy? ¿Cómo me siento / nos sentimos bien aquí hoy después de eso?”, añadió Franck Ribéry.