El seleccionador de Brasil, Adenor Leonardo Bacchi, más conocido como Tite, afirmó este miércoles que Paraguay, rival de la Canarinha en los cuartos de final de la Copa América, exigirá "un nivel de concentración altísimo" a sus dirigidos en el estadio Arena do Gremio de Porto Alegre, donde ambas selecciones buscarán su pase a semifinales.
"El margen de acierto tiene que ser alto. Las características mentales tienen que estar fuertes, porque son partidos decisivos. Tenemos que tener un nivel de concentración altísimo", dijo Tite en rueda de prensa, durante la antesala del compromiso.
Además, señaló que el equipo tiene que prepararse para un "juego de contacto, más disputado" con el combinado guaraní con "rupturas de ritmo" y "saber hacer esas interpretaciones" para no descentrarse. En este sentido, pidió al árbitro que "establezca criterios iguales" para amonestar a los jugadores.
También, aconsejó "madurez" a sus pupilos si no consiguen anotar en los primeros minutos del encuentro porque "son 90-95 minutos" hasta el pitido final. "Colombia venció a Catar con un gol al final", recordó.
Sobre el delicado estado del césped del Arena do Gremio, criticado por jugadores y otros seleccionadores, Tite únicamente manifestó que transmitieron sus preocupaciones a los organizadores del torneo.
De Philippe Coutinho, que en los últimos dos partidos ha estado estado un poco más desdibujado, el seleccionador comentó que las labores de creación de la Canarinha se dividen entre varios jugadores y que sí que es cierto que es "más quieto" que otros, pero cuando la pelota rueda, "es otro lenguaje".
"El otro día Firmino estaba aquí (en rueda de prensa) y es de la misma forma. David Neres, (Everton) Cebolinha.... pero dentro del campo, son de otra forma", manifestó sobre la timidez de los jugadores brasileños.
Brasil y Paraguay medirán sus fuerzas mañana desde las 7:30 de la noche (hora peruana) en el Arena do Gremio de Porto Alegre.
El ganador de ese encuentro se enfrentará en semifinales al vencedor del Venezuela-Argentina, el 2 de julio en el estadio Mineirao de la ciudad de Belo Horizonte.
Fuente: EFE
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