Paolo Guerrero vive su peor momento futbolístico. El delantero, capitán de la selección peruano, fue suspendido por la FIFA por un año, como castigo al encontrársele un resultado analítico adverso en una prueba de dopaje. Y no solo eso: el Flamengo, su club, lo reemplazará.
Guerrero mantiene un contrato con el club brasileño hasta julio de 2018. De hecho, antes del dopaje se venía coordinando una renovación. Todo cambió a causa de la FIFA.
Desde Brasil señalan que los dirigidos por el colombiano Reinaldo Rueda tenían pensando para la siguiente temporada contratar a un delantero. Sin embargo, con la sanción y posible salida de Paolo, ahora serán dos.
El argentino Jonathan Calleri, de Las Palmas y ex Sao Paulo viene siendo monitoreado, pero ese sería uno más de los nombres que han llegado a la directiva rojinegra con el fin de sustituir al peruano.
"Rodrigo Caetano, director ejecutivo del Flamengo y otros dirigentes han recibido, aún más debido a la suspensión de Guerrero, vínculos con ofertas de empresarios, nombres de jugadores, posibilidades ... Todas (o casi todas) son analizadas", informa GloboEsporte sobre esta situación.
Todo está en manos del Flamengo. Por lo pronto Paolo Guerrero ha apelado a la FIFA con la convicción de que es inocente. Existe una posibilidad, mínima, que la sanción sea rebajada.