Fiorella Contreras Huamaní es el claro ejemplo que no existe edad para poder representar a tu país. Ella tiene tan solo 10 años y le ha dedicado casi la mitad de su vida al ajedrez. La pequeña ajedrecista es la campeona mundial más joven del Perú (logró el campeonato mundial a los 7 años) y está segura que todos son capaces de cumplir sus sueños con dedicación, pero también es consciente que el Estado debe preocuparse más por este tipo de deportes.

Perú21 conversó con la talentosa promesa del ajedrez nacional, quien se acerca más una realidad, y nos dio detalles del poco apoyo que recibe por parte del las entidades deportivas públicas.

"Empecé jugando a los 4 años y medio. Mi profesora me recomendó el ajedrez porque vio cualidades en mí. Estuve un taller de tres meses, solo era por vacaciones, pero quise tomarlo más en serio y aprendí a jugar con sistemas", nos indica la niña, quien acaba regresar de Costa Rica, donde se coronó campeona Panamericana.

A su corta edad, Contreras tiene cuatro medallas de oro a nivel internacional. Ella nos explica decepcionada que no entiende que más debe hacer para recibir ayuda.

"Estamos demostrando que hay talento en el Perú, el ajedrez tiene futuro. Lamentablemente, no hay respaldo de la Federación. La única ayuda que he recibido es por parte de mi colegio Saco Oliveros, mi profesor Iván Mitma y mis padres. Sé que fútbol y el vóley tienen más atención, pero no entiendo que más debo ganar para recibir apoyo", expresa inocentemente.

Como parte de una curiosa anécdota, la joven ajedrecista nos contó que recibió disculpas de la congresista Leyla Chihuán, quien fomentó el decreto que autorizaba brindar apoyo exclusivamente a los deportistas peruanos mayores de 12 años. Esta situación se dio durante una premiación en Palacio de Gobierno, donde fue condecorada por sus triunfos.

Con el tiempo sus esperanzas se vienen diluyendo poco a poco, ya que la nueva propuesta del Instituto Peruano del Deporte (IPD) plantea respaldar solamente a los deportistas mayores de 15 años.

A pesar de todo, ella sabe perfectamente que ser embajadora del la bandera 'blanquirroja' no es cualquier cosa.

"Es un honor y una alegría representar a mi país. El ajedrez es mi vida, mi pasión. Es lo mejor que me ha pasado en la vida. Le dedicó cinco horas al día, entreno de lunes a domingo. Todos deben seguir sus sueños", nos señala alegremente, dejando en claro que tiene en mente seguir cosechando logros por la 'bicolor'.

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