Es probable que no lo sepas, porque son pocas personas en nuestro país las que siguen el Mundial Femenino de Fútbol Canadá 2015, pero todo está saliendo muy mal en el torneo y la FIFA es la única culpable.
Vamos con lo más reciente: la eliminación de Francia, por penales, ante Alemania. Planteado de esa manera es difícil que veas el fraude, pero todo está en los detalles.
¿Sabías, por ejemplo, que en el Mundial Femenino de Fútbol es la FIFA quien arma los grupos? O sea, el sorteo al cual estamos acostumbrados a ver en un torneo masculino, aquí no existe:
¿Por qué? Esa fue la pregunta que Grant Wahl (periodista deportivo de _Sports Illustrated) le hizo a la FIFA y esto fue lo que le respondieron:
"Al igual que en anteriores sorteos de Copas del Mundo Femenina de la FIFA, como Alemania en 2011, los equipos se siembran … y se asignan en grupos específicos por razones de venta de entradas y promoción. Si bien el interés en la Copa del Mundo Femenina de la FIFA ha crecido significativamente a través de los años, su éxito y el interés del público en el torneo de Alemania 2011 no se compara con la Copa del Mundo [de hombres] en Brasil.
Llenar los estadios es el objetivo clave de la FIFA y del anfitrión. La asignación de equipos en ciertos lugares, el plan de venta de entradas, la promoción y la estrategia de precio de las entradas son algunos de los factores clave para el éxito total del evento."
¿Eso qué significa? Pues en lo que se refiere a fútbol femenino, a la FIFA solo le importa llenar el estadio con partidos que "valen la pena ver".
Volvamos a la eliminación de la selección femenina francesa. Si bien es cierto que perdieron con justicia en penales y que el partido se les fue de las manos cuando empataron, no tiene sentido que ambas selecciones se hayan enfrentado en cuartos de final.
¿Por qué? Pues porque ambas selecciones están dentro del ránking de los 5 mejores equipos femeninos del mundo:
Al determinar la conformación de los grupos, la FIFA ha sembrado equipos de tal forma que el resultado de los enfrentamientos parecen haber sido escritos previamente.
Si a todo lo anterior le sumamos que, pese a las quejas formales de muchas jugadoras, los partidos igual se jugaron sobre grass artificial (que causa serias heridas) pues descubrimos la dura realidad que Abby Wambach, de la selección estadounidense, denunció: a la FIFA realmente no le importa el fútbol femenino.