Alojado en el resort La Pradera de La Habana, en un espacio convertido en una especie de hospital para rehabilitación. “El hospital había puesto a un chico cubano que se encargaba de todo: de que Diego comiera a horario, del menú, de que hubiera café en la casa. Que no faltase nada”, detalló Leo Sucar, un amigo cercano al Diez, a Teleshow.