Perú dio pena y sufrió goleada ante un Chile muy superior. (EFE)
Perú dio pena y sufrió goleada ante un Chile muy superior. (EFE)

Redacción PERÚ21

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Estamos a tiempo de no comprar más entradas, de no adquirir camisetas, de abandonar la ilusión y desterrar la esperanza. Estamos a tiempo porque nos empujan a ello. Porque nos obligan a pensar que goleamos a los espejismos y nos estrellamos con la realidad.

Perú nos amargó el fin de semana, . era un equipo mundialista, con jugadores en clubes 'top' y una dinámica salida de un videojuego.

Perú era una oncena más apegada a la canción "Perú campeón" que a un progreso futbolístico.

Ante Panamá o Irak, Advíncula era un 'rayo' y Yotún un tren. Contra rivales reales, los dos ratificaron que hay que buscar laterales con urgencia. En la zaga, Callens tuvo buenas y malas y Zambrano —una vez más— nos exige recordarle que golpear no es ser mejor, sino ir camino a la expulsión.

Mientras Chile tenía a Marcelo Díaz y Aránguiz haciendo el trabajo 'sucio', hizo un trabajo tan limpio que bordeó el blanco de la inocencia. No marcó bien porque no juega, no tiene club.

Ballón y Ascues fueron esfuerzo desordenado, y metros más adelante nos envenenó con un juego espantoso. Se asusta con la pelota, aunque —para su buena suerte— en Portugal aún no se han dado cuenta.

Guerrero luchó solo contra la defensa chilena, y en el penal algunos , pero lo cierto es que un remate fuerte hubiera sido mejor solución que uno colocado.

Para el final , un entrenador al que le pasa la factura no tener experiencia. Nunca mandó marcar a presión a , jamás tapó las subidas de Mauricio Isla ni encontró solución a la presencia de Arturo Vidal.

Hace unos meses, Chile le ganó a duras penas 1-0 a Haití. A nosotros nos pasó por encima. Estamos más atrás de lo que pensamos, pero estamos a tiempo de cortar el aliento hasta que se lo ganen. Hasta que se lo merezcan.

Por Carlos Bernuy