Un niño burló la seguridad cuando la selección española entrenaba y se metió a la cancha para ir donde Gerard Piqué, quien fue el jugador más aclamado por la afición brasileña durante el entrenamiento con acceso al público.
El zaguero del Barcelona no se hizo problemas con el muchacho, quien al verse frente a su ídolo le dio la mano. Y antes de ser retirado por los agentes de seguridad, Piqué le regaló su sudadera ante la ovación del público por el lindo gesto.