Pizarro no debió salir debido a que era el que más inquietaba a los rivales. (Reuters)
Pizarro no debió salir debido a que era el que más inquietaba a los rivales. (Reuters)

Redacción PERÚ21

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Por: Carlos BernuyEnviado especial a Quito

Qué gran sensación es cantar tu himno nacional en otro país. Vale la pena volar horas, sentirte maltratado por la altura en algún momento y hasta pelearte de boca con hinchas ecuatorianos cuando te gritan un gol en la cara. El problema es que tras regresas enojado, sabiendo que si bien queda tiempo para pelear, de visita volvimos otra vez con la cara larga. Perú cayó 2-0 en Ecuador, y seguramente si inicio este análisis diciendo que seguimos en carrera, no faltará quien ponga que sigo con la "misma ilusión de vender ilusión". Pero si comienzo criticando los errores, entonces alguien me llamará pesimista.

Un dilema parecido tuvo ayer Perú, y con él su técnico, que sigue muriendo en su ley, con cuatro jugadores que aquí en Ecuador se vendieron en posters como 'Los 4 fantásticos', pero que en la cancha nunca llegaron a conectarse. Y aquí parte el primer error del 'Mago'. De local los cuatro pueden jugar – aunque tal vez ante Argentina y Uruguay debiera guardarse a uno-, pero de visita la cosa debe cambiar. No hay que morir en la frase 'arriesgamos'. Porque no conozco un Mundial donde jueguen los 'arriesgados'. Sí, los inteligentes, los planteles cortos pero sacrificados, con los pies sobre la tierra y la mente fija en un sueño.

Cuando perdíamos 1-0, nos dimos cuenta que en la banca no teníamos quien cambie la historia. Porque Pizarro, Guerrero, Farfán y Vargas estaban en la cancha. Y con ellos en el terreno de juego perdíamos. Aquí no se trata de gritar que "juegue Chiroque o que entre Advíncula porque ellos sí la sudan". No se trata de sudarla, se trata de ser útil al equipo cuando el equipo por disposición del entrenador los necesite.

Aquí, en Quito, quedó demostrado que podemos tener ofensiva pero no tenemos volantes de marca. Grave error de de mandar a Michael Guevara cuando el partido pedía a Ballón. O de retirar a Pizarro que estaba más entero que Guerrero.

Ecuador nos ganó con un solo cambio. Sacar a Joao Rojas y poner al experimentado Edison Méndez. Ese jugador, excompañero de y con quien casi se pelea con la 'Foquita' al final, se fue a jugar por la izquierda y fue cinco veces mejor que Antonio Valencia por la derecha, además de dejar en ridículo a Revoredo. Allí empezaron a gestarse los goles. En el primer gol, Retamozo demostró que le faltó 'viveza' para cortar al hombre del América antes que llegue al área, y en el segundo la zona izquierda de Perú habilitó a Ayoví para un buen centro.

Perú no reaccionó jamás en el segundo tiempo. En parte porque la altura se lo comió y porque no tenía armas para devolver el golpe. Ahora cerramos el año en rojo. Con un triunfo y dos derrotas. A ponerse a pensar que en junio debemos ganar a Colombia en el . Porque luego se tendrá que ir a Uruguay y de qué valdrá cantar el himno nacional fuerte en el 'Centenario' si otra vez, camino a casa, habrá cara larga.