Se hizo realidad un nuevo milagro de . El cuadro inglés volvió a remontar un 3-0 en luego de la final en Estambul ante el AC Milan en el 2005. Esta vez, ocurrió en el partido de ida —y no en el mismo cotejo como aquella vez heroica— ante el que había ganado 3-0 en el Camp Nou.

Liverpool recibió este martes 7 de mayo en Inglaterra al Barcelona por la semifinal de ida de la 'Liga de Campeones'. Pese a las ausencias sensibles de Roberto Firmino y Mohamed Salah; Jurgen Klopp convenció a su equipo que podía voltearle el marcador al conjunto de Lionel Messi y Luis Suárez.

En la previa, la gente pareció alentar más que nunca, dejando claro que son unas de las hinchadas más fieles del planeta. Todos esperaban que el equipo saque adelante el partido. Creyeron ciegamente en sus jugadores y lo evidenciaron gastando la garganta con cada aliento. 

En el amanecer del partido, Divock Origi cogió el rebote de un gran Marc Ter Stegen (pese a los 4 goles, que, sin él, eran más) y convirtió el primero. A los 7 minutos, los 'Reds' empezaban ganando y le daban esperanza a toda su gente.

Pero en el trámite del primer tiempo, Barcelona equiparó las circunstancias. En 45 minutos, parecía que el cuadro culé anotaba su nombre en la final en el Wanda Metropolitano de Madrid con un pequeño susto.

Mohamed Salah vio el partido fuera de la cancha pero lo vivió los 90 minutos. (Foto: Twitter Liverpool)
Mohamed Salah vio el partido fuera de la cancha pero lo vivió los 90 minutos. (Foto: Twitter Liverpool)

Liverpool no se rindió y salió con la misma mentalidad al segundo tiempo. Nuevamente volvió a hacerse fuerte por las bandas, con el desequilibrio de Xherdan Shaqiri y Sadio Mané.

En los 54' y 56', un inspirado Georginio Wijnaldum metió dos tantos seguidos, uno tras un pase rasante desde la banda izquierda y el otro de cabeza, casi en el mismo lugar. Con esto, la serie estaba igualada, pero Liverpool quería pasar a la final sin tener que jugar tiempo extra.

Y el milagro llegó a los 79'. Toda la defensa del Barcelona se durmió esperando un centro avisado desde un tiro de esquina por la derecha. Pero el jugador inglés se dio cuenta que, en el área, esperaba sin marca Origi, y decidió jugar rápido, como en el fulbito. Así consiguió el cuarto definitivo Liverpool, demostrando que tenía ganas de llevarse la victoria y demostrando más alma que el equipo que tuvo al frente.

Cuando el pitazo final sonó, las caras de alegría, asombro y rabia fueron las protagonista en cámaras. La hinchada no lo podía creer y se jalaban de los cabellos; los jugadores del Liverpool lloraban de felicidad y Salah, que estuvo los 90 minutos junto a los suyos, festejaba con Klopp; Lionel Messi estallaba en furia, mientras sus compañeros lloraban probablemente de la vergüenza. 

Los jugadores locales se agruparon al centro del campo sin esperar mucho, se tomaron de manos y cantaron, junto a la gente, el famoso 'You'll Never Walk Alone'. Qué momento para más épico. Liverpool hizo posible lo que parecía imposible. Sí, otra vez.

Barcelona vs. Liverpool: La 'viveza' de los 'reds' que terminó en el 4-0 de Divock Origi | VIDEO

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