(Reuters)
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Redacción PERÚ21

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El Barcelona ganó hoy el primer asalto de la Supercopa de España al vencer por 3-2 al Real Madrid en un clásico vibrante en la segunda mitad, cuando llegaron todos los goles.

El conjunto blanco se adelantó con un gol de Cristiano Ronaldo en la segunda parte y el Barcelona remontó con un tanto de Pedro, un penal de Lionel Messi y un precioso gol de Xavi Hernández. Pero el Real Madrid recortó distancias con un gol de Angel Di María tras un error clamoroso del arquero Víctor Valdés.

Fue un clásico, pero no pareció tal. Ni el Barcelona ni el Real Madrid están en buena forma en estos comienzos de temporada. Además no hubo la tensión de choques precedentes, por más que la segunda mitad fuera trepidante.

El Barcelona monopolizó el balón desde el inicio. El Real Madrid, consciente de su bajo tono físico, no se fue a buscar al rival a campo contrario, como hizo en las últimas ocasiones, sino que lo esperó atrás, muy agrupado.

Pero el Barcelona no cobró ventaja de esta circunstancia. Principalmente porque le faltó juego por las bandas y porque sus atacantes no desbordaron. Este fue el caso, por ejemplo, del chileno Alexis Sánchez.

Todo lo contrario que Messi. El argentino, acompañado de Andrés Iniesta, asumió todo el protagonismo del Barcelona en la primera parte. Suyas fueron las ocasiones más peligrosas, con sendos disparos que se marcharon fuera por poco.

A cambio, Cristiano Ronaldo naufragó. Como Karim Benzema, titular hoy en lugar del argentino Gonzalo Higuaín. Pero también es cierto que a los centrocampistas blancos no les duró el balón, lo que redundó en una pobre presencia de los atacantes en la primera mitad.

Aunque el Real Madrid se marchó al descanso sin recibir goles, una de las principales consignas de José Mourinho. A pesar de que el Barcelona pareció superior, lo cierto es que tampoco acumuló excesivas ocasiones a pesar de su dominio.

La segunda mitad fue muy diferente, principalmente porque los dos equipos acumularon enorme fatiga y aparecieron mil espacios. Sacó más partido el Barcelona, aunque no se fue contento con el resultado.

El Real Madrid se adelantó a los 54 minutos en su primer disparo a puerta. Mesut Ozil lanzó un córner y Cristiano Ronaldo remató de cabeza a la red. El portugués acumuló su cuarto clásico consecutivo marcando.

Pero el conjunto blanco apenas disfrutó de la renta porque el Barcelona igualó dos minutos después. Javier Mascherano puso un pase largo, Fabio Coentrao defendió muy mal y Pedro controló en el área para marcar con un perfecto tiro cruzado.

Entonces el Real Madrid fue valiente y se fue a por el partido. Pero, a cambio, cometió grandes errores individuales. Por ejemplo, en la jugada que originó el penal a favor de los locales.

A los 70 minutos, Iniesta controló en el área y Sergio Ramos no midió. El central blanco cometió falta dentro del área y Messi lo aprovechó.

Y a los 78 minutos llegó la sentencia, en una magnífica acción de Iniesta y otro error defensivo del Real Madrid. La jugada acabó con un pase filtrado hacia Xavi, quien superó con clase a Iker Casillas.

El clásico más descontrolado de los últimos tiempos quedó culminado a cinco minutos con un gol cómico. Casillas acababa de realizar una impresionante parada a tiro de Messi cuando en el otro arco Valdés cometió un error increíble.

El arquero del Barcelona se puso a regatear en su área ante la presión de Di María, quien robó el balón y marcó a portería vacía. Un gol que dejó el título abierto para el encuentro de vuelta, el próximo miércoles. Qué locura de clásico.