Lionel Messi anotó de penal a los 77 minutos. (EFE)
Lionel Messi anotó de penal a los 77 minutos. (EFE)

Redacción PERÚ21

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AP anotó el sábado su octavo gol en los cuatro últimos partidos por el y decantó el triunfo visitante por 1-0 contra el Espanyol en el clásico ciudadano, poniendo presión máxima sobre Atlético de Madrid y en la lucha por la liga española.

Gracias a un gol de penal del astro argentino a los 77 minutos, el Barza ocupa transitoriamente la cima de la clasificación con 75 puntos por 73 del Atlético y 70 del Real Madrid, ambos con un partido menos por la 31ra fecha.

Celta de Vigo y Sevilla juegan a continuación, previo al cruce entre el Athletic de Bilbao y el Atlético y el Madrid con el Rayo Vallecano.

La 23ra diana de Messi en el campeonato significó el cuarto triunfo seguido en la escalada del Barza por revalidar su condición de campeón, mientras que el Espanyol que dirige el mexicano Javier Aguirre acabó con diez jugadores y clasifica octavo con 40 puntos.

Pensando en el partido de ida por los cuartos de final de la Liga de Campeones el martes contra el Atlético, el técnico argentino Gerardo Martino dejó de inicio en la banca al renqueante Andrés Iniesta junto al chileno Alexis Sánchez, apostando por Messi, Neymar y Pedro Rodríguez en vanguardia.

El Barza se adueñó de inicio de la escena y privó de la pelota a un Espanyol precavido atrás y dubitativo en la salida. Los azulgranas hubieran podido avanzarse con un mínimo de precisión en el área defendida por Kiko Casilla, quien controló con firmeza un tibio testarazo de Neymar, atajó un remate con el exterior de Messi en el área chica y respiró aliviado cuando el rosarino cabeceó alto un excelente servicio desde la derecha de Dani Alves.

Enganchado a la calidad en punta de Sergio García, el equipo de Aguirre le empezó a tomar la medida al partido, aunque tampoco al arco contrario, con especial mención para la mala puntería de Pizzi, quien mandó a la grada dos balones primorosos, el primero tras sombrero a , el segundo tras cruce a la contra de García.

El Barza intentaba mover la pelota en torno a Xavi Hernández y Sergio Busquets, pero el Espanyol mantenía a Messi alejado del arco local, mientras presionaba con éxito la salida de balón azulgrana, mermada por la lesión del arquero Víctor Valdés y titularidad de José Manuel Pinto, menos hábil en el manejo de pies.

Aguirre relevó por lesión al central mexicano Héctor Moreno por lesión tras la reanudación, pero al Barsa le costaba encontrar pasillo por donde romper a la zaga españolista, más atenta que nunca a los pases interiores de Messi y las descolgadas de Rodríguez, con Neymar nuevamente de pasivo espectador en banda izquierda.

Pero el cansancio pasaba factura al Espanyol y la urgencia apremiaba al Barsa, que apretó el cerco y encontró el premio del penal en el enésimo centro de Alves para Neymar, que tocó con la mano Javi López.

Infalible desde los 11 metros, Messi batió con serenidad a Casilla para su tercera pena máxima convertida en tres victorias, y luego forzó la expulsión del arquero con un intento de globo a falta de ocho minutos para el final.