Conversamos con el deportista y medallista en Lima 2019, Alonso Escudero. (Perú21/ Renzo Salazar)
Conversamos con el deportista y medallista en Lima 2019, Alonso Escudero. (Perú21/ Renzo Salazar)

Tenía 12 años. Jugaba frontón como parte del entretenimiento familiar. Entró a clases de squash sin mayores pretensiones que practicar un deporte entre amigos de su edad. Pasaron cinco meses y ya estaba viajando a un torneo en Bogotá para representar al Perú. Le fue regular, pero le gustó la competencia y desde entonces ha dedicado su tiempo al squash.

El año pasado alcanzó uno de sus mejores momentos. Ganó un torneo en Río de Janeiro, como parte del tour mundial, pese a que no está dedicado íntegramente al squash. Antes ya había logrado plata y bronce, también en Brasil. Y en julio, obtuvo bronce en Lima 2019, en dobles al lado de Diego Elías.

Cuando Diego ganó oro en individual, Alonso dio un salto, se metió al campo y abrazó a su compañero. Tres horas más tarde, ambos salieron a la cancha. “Acabó el partido y fue como una dura derrota. Yo me imaginaba en la final. A los dos días recién me di cuenta de que había ganado la medalla de bronce y que todos estaban felices por eso”, recuerda el también profesor de squash. Pero más allá de las medallas conquistadas, ambos lograron visibilizar un deporte que, injustamente, no es popular.

¿Estás en el pico de tu carrera?

Estos últimos dos años y medio han sido los mejores de mi vida, porque en los Juegos Odesur gané oro en dobles. Los logros han llegado porque he estado más enfocado en el deporte en los últimos cinco años, sobre todo en la parte física. En el squash el físico es importantísimo, es casi el 60% del deporte. A medida que mejoras físicamente, el juego mejora por sí solo.

¿Y lo mental cómo juega?

Bastante, porque te cansas de cuerpo y mente. A veces la parte física te frustra, porque te ahogas, y la mente no reacciona.

¿Cuál fue el punto de quiebre para alcanzar este momento?

Hace cinco años, más o menos, me di cuenta de que el físico era demasiado importante. Empecé una dieta para el squash, empecé a entrenar bien y ahí bajé varios kilos de peso. Y me di cuenta de que la velocidad en la cancha era otra.

¿Y dónde te sientes más cómodo: en dobles o individual?

El dobles es un juego diferente, porque la cancha es más ancha. Es un metro más ancha por lado. Es un deporte (entre comillas) diferente. Hay que estar parado más adelante de lo normal.

Para el partido en el que pierden llegaron un poco mermados, pues Diego Elías ya había jugado en singles.

Y enfrentamos a jugadores que no habían jugado en el día, buenos jugadores del tour mundial, uno zurdo. Fue un partido muy complicado.

¿El peso recayó sobre ti?

A mí me jugaron muchas más bolas. Lamentablemente, no pudimos ganar, pero feliz de haber conseguido una medalla. En el momento no me di cuenta de lo que había conseguido, porque uno quería ganar oro.

Te llevaste la de bronce, ¿pero qué ganaste realmente?

Un triunfo para el país y en mi familia estaban felices.

¿Por qué no te puedes dedicar 100% al squash?

Es una decisión que he tomado mucho antes. Era bastante riesgo dar tu 100% al deporte, que significa dejar de trabajar o de estudiar. Yo sabía que era un jugador que en el momento no iba a llegar lejos rápido; era dejar muchas cosas de lado. Fue una decisión difícil.

¿Te arrepientes de la decisión que tomaste?

Lo que me hubiera gustado es estar en este momento deportivo pero hace ocho años. Ahora hay mucho más apoyo que cuando yo era junior, hay mucha más gente jugando este deporte.

¿Qué potencial tiene el squash?

El squash en los últimos ocho años se está haciendo más conocido, sobre todo por Diego Elías, porque es un fenómeno; está entre los mejores del mundo.

Sin embargo, el squash todavía es visto como un deporte básicamente de clubes privados. Si no eres socio de un club, un chico cualquiera no podría jugar squash. ¿Existe algún plan para masificar este deporte?

El plan debe empezar ahora, después de los Juegos Panamericanos. Hay canchas que ya son del Estado, nuevas, que se han traído para Lima 2019, que deben ubicarlas en un lugar público.

¿Qué tiene de especial el squash?

Es un deporte rápido, sudas bastante, hay que pensar y moverse rápido. El descanso entre cada punto es de cinco segundos. Es un deporte en el que no paras.

¿El esfuerzo físico que se hace equivalente a qué sería?

El squash es considerado el deporte donde se queman más calorías. En una hora puedes quemar 1,100 calorías. Cuando he llegado a entrenar más de dos horas, he llegado a quemar alrededor de 2,500 calorías. Eso me encanta. También es mi forma de vida.

Pese a ello, elegiste estudiar Negocios Internacionales.

Sí. Fue una decisión difícil.

¿Te defines como cauteloso?

La pienso bastante. Analizo los pros y contras. En el colegio me gustó esa carrera. En un futuro me gustaría hacer algo con el deporte vinculado a mi carrera. Son complemento. El haber estudiado te ayuda siempre para hacer algo por tu deporte. El squash me ha dado disciplina, sacrificio.

¿Sientes que has tocado techo en el squash?

Siempre hay algo por mejorar. La parte física ya la tengo y corro bastante. Me falta mejorar la parte técnica: los tiros, el golpe, el estilo. Mi carrera no ha terminado con Lima 2019. Estoy a la mitad de mi carrera.

¿Y qué te gustaría que pase con el squash?

El Perú es referente del squash y ya se debe jugar en lugares públicos, no solamente en los clubes. Ese es el siguiente paso para este deporte.

AUTOFICHA:

- “Mi nombre es Alonso Rafael Escudero Román, tengo 27 años. Nací en Lima, Perú. He estudiado Negocios Internacionales. Trabajo en el área comercial de una empresa, donde mi función es conseguir nuevos clientes y atender a los clientes que ya tenemos”.

- “No me rindo fácilmente. Siempre voy a ganador. Sobre los logros locales ya perdí la cuenta. Mi cuarto está lleno de medallas (ríe). Pero debo tener alrededor de 15 medallas internacionales. Recuerdo mucho los logros en los Bolivarianos y los Juegos Odesur”.

- “Los Juegos Panamericanos de Lima 2019 han marcado un antes y un después para los deportes en el Perú. He visto cómo la gente se ha interesado en los deportes que no son fútbol. Quedan las canchas para que la gente pueda hacer más deporte; y vemos cómo a deportistas como yo, ya nos siguen”.

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