Alianza Lima, Romeo Santos y la eterna desconcentración íntima. (Foto: Luis Gonzales)
Alianza Lima, Romeo Santos y la eterna desconcentración íntima. (Foto: Luis Gonzales)

Redacción PERÚ21

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"Mi corazoncito está de luto por tu amor", cantó en el amanecer del domingo 26 de abril en el estadio Nacional. Sin saberlo, el cantante de bachatas había anticipado cómo iban a estar los corazones de los hinchas de horas después: vestidos de negro. Lo anticipó ante las típicas chicas que gritan, e invitados que no tenían por qué estar allí.

Tal como dice nuestra edición impresa de hoy, algunos jugadores del plantel íntimo habrían asistido al recital del estadio Nacional importándoles muy poco que en esa misma cancha iban a disputar un título dos días después.

Julio Landauri, Wyllian Mimbela y Miguel Araujo habrían estado entre el público y su rendimiento futbolístico fue, junto al resto de sus compañeros, pésimo.

Ante César Vallejo, Landauri no efectuó un solo centro interesante y en una chance que tuvo para empatar remató mal. Araujo fue responsable de dos de los tres goles de los 'poetas' (marcó espantosamente a Montes en el 1-1 y no despejó bien en el gol de Cedrón para el 2-1). Mimbela ingresó y no aportó nada. La pregunta es: ¿qué hacían en un show musical cuando debían estar descansando?

El estado físico de Alianza Lima duró poco más de 20 minutos, porque luego de abrir la cuenta, el equipo fue aplastado por los trujillanos. Se sabe que la Administración les adeuda dinero a los jugadores y que por ello habrían decidido no concentrar previo a la final.Como reclamo se podría entender si es que se estable un régimen personal de disciplina, algo que no ha caracterizado al cuadro aliancista en los últimos años.

Además hay otro detalle, jóvenes como Jean Deza (21 años), Christian Cueva (23 años) y Luis Trujillo (24 años) estaban fundidos en el aspecto físico y eso es responsabilidad del especialista que tiene el comando técnico o el propio trato que le dan los futbolistas a su cuerpo.

Todo lo anterior, más los errores del técnico Guillermo Sanguinetti en su alineación (cambiar el estilo de juego con Guevgeozián y poner de inicialista a Deza) llevaron al luto a los corazones aliancistas en el lugar donde, días antes, lo vaticinó Romeo Santos.

Por Carlos Bernuy