La salida de Pablo Bengoechea de Alianza Lima golpeó a los hinchas blanquiazules.
La salida de Pablo Bengoechea de Alianza Lima golpeó a los hinchas blanquiazules.

La Nochebuena no fue la mejor para los hinchas de Alianza Lima que tras abrazar a sus familiares, se toparon de frente con la realidad: no es más entrenador blanquiazul. Su salida, por "razones extrictamente personales" como explicó el club, ha dejado un vacío entre los aficionados y aquí intentamos explicarte el por qué.

1. Cortó la mala racha. El primer objetivo de Pablo Bengoechea, cuando llegó al Perú era uno solo: ser campeón nacional y cortar la racha de 11 años sin títulos que acumulaban los íntimos y lo logró. Ganó el título del Torneo Apertura y Clausura y con ello el título nacional del 2017. En 2018, con un plantel corto se metió a la final del Descentralizado y aunque no logró el bicampeonato, sí pudo clasificar a la fase de grupos de la Copa Libertadores.

2. Alianza Lima a la uruguaya. Pablo Bengoechea es la antípoda a la historia del juego pícaro y alegre de Alianza Lima. El uruguayo le cambió el chip a los jugadores por uno netamente resultadista y que tuvo éxito por encima de otros que se mantenían firmes en su estilo romántico.

En muchas oportunidades supo remontar y hasta voltear partidos que valieron mucho. Los más recordados, el triunfo ante San Martín en 2017 (3-2) y la semifinal contra Melgar en 2018 (3-3), ambos en Matute.

3. Refuerzos que aportaron. En 2017, Pablo Bengoechea se la jugó por un futbolista al que muchos ya lo daban por retirado como Pablo Aguiar y que terminó siendo caudillo blanquiazul y amado por los hinchas. En 2018 llegaron Tomás Costa y Maximiliano Lemos y aunque no fueron como el 'Canario', fueron importantes cuando se les necesitó. Lo de Gonzalo Godoy igual. El más resistido fue Gabriel Leyes, autor de los dos goles del título del 2017.

4. Respeto a sus jugadores y el rival. Si hay algo que caracterizó al Alianza Lima de Pablo Bengoechea fue siempre el respeto. Primero a ellos mismos, al plantel, a la interna, desde el profesor hacia los jugadores y viceversa. Y después hacia afuera. Hacia el rival.

De boca de Pablo Bengoechea nunca hubo una ofensa o crítica hacia los rivales que enfrentó. Demostró cordura en todo momento y cuando lo pusieron contra la pared supo salir jugando como en sus mejores épocas dentro de una cancha de fútbol.

5. Agradecimiento al hincha. Y si algo hizo que Pablo Bengoechea se gane el respeto del Comando Sur y toda las partes que componen la hinchada aliancista fue el agradecimiento tras cada partido que jugó de local. Incluso, en el último cotejo del año en Matute (derrota 4-1 ante Sporting Cristal), se paró y aplaudió a los hinchas por su aliento. Ni en las peores derrotas se fue insultado.

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