Fue solo un susto. La desmedida acción de Sadio Mané contra Ederson Moraes implantó un agónico suspenso en el Etihad Stadium, escenario del compromiso entre Manchester City y Liverpool por la Premier League.
El atacante senegalés de los 'reds' llegó tarde en la disputa por el balón con el arquero ciudadano, generando el abandono de Moraes en camilla.
Tras el desafortunado encuentro, Pep Guardiola, estratega de los ciudadanos, dispuso el ingreso del portero chileno Claudio Bravo. En tanto, Sadio Mané recibió la tarjeta roja y se retiró del compromiso.
“No hay intencionalidad de Mané, no ve a Ederson Moraes, pero le hace daño", señaló el técnico español al respecto, descartando lesiones de consideración. "¡Quizá está más guapo después de esto!", indicó Pep.