Yvonne Frayssinet tiene casi 50 años en la actuación. Su papel de Francesca Maldini en ‘Al fondo hay sitio’ la llevó a la cima de la popularidad. Y actualmente, de miércoles a sábado a las 8 de la noche y los domingos a las 7 p.m., la podemos ver en ‘Brujas’, en el teatro Marsano de Miraflores. Una obra que habla de una amistad de varias décadas que guarda muchos secretos.

Su personaje en ‘Brujas’ se da un beso con una compañera. ¿Fue difícil?

Al principio, se suponía que le daba un beso en la mejilla. Pero un buen día la agarré la besé (en los labios). De ahí en adelante, ni siquiera nos hemos preguntado ni cuestionado. Simplemente el momento llegó y se hizo de la manera más natural. Tampoco es un gran beso. Es para que ella acepte que está enamorada de mí. Por eso me hizo el daño de meterse con mi esposo.

¿Alguna mujer se enamoró de usted?

No, nunca. No tengo jale con las chicas.

La obra evidencia que hay muchos prejuicios sobre la homosexualidad. Muchos no se aceptan por miedo al rechazo...

Estamos en un país muy prejuicioso. Es un deber respetar a todo ser humano. Todos somos iguales y tenemos derecho a ser felices. Pero hay prejuicios que vienen de generaciones en generaciones. Y hay gente que lo tiene bien arraigado. En el mundo donde yo me muevo, nadie tiene prejuicios. Uno aprecia a una buena persona, honesta, decente. Es lo más importante.

¿Qué tanto hay de usted en su personaje?

Es honesto, limpio, quiere la verdad y las cosas correctas. Ha trabajado mucho para que su matrimonio salga adelante, igual que yo y muchas mujeres. Tener un hogar bueno y unido es un trabajo.

Casi siempre ha tenido papeles antagónicos. ¿Le molestó en algún momento?

Ay, no. Me encanta el papel de mala. Son los mejores. Más bien el papel de la buena, la sonsa, la cornuda y la sacrificada no me gusta. Nadie se acuerda de ellas. Qué aburrido. Si tengo que hacer de mala, parezco buena, parezco loca. Pero la mala mala no existe. No la soportaría nadie. La mala tiene que caerte bien para hacer su maldad.

¿Es de carácter fuerte como sus personajes?

Tengo carácter fuerte en el sentido de que tengo mucho aguante, no exploto. Tengo paciencia y control. Gritar es carácter débil.

¿En algún momento dudó en volver a ‘Al fondo hay sitio’?

A mí me dijeron que había un proyecto, que nos juntáramos. Yo no tenía idea, no me imaginé que sería ‘Al Fondo Hay Sitio’ otra vez. Pero sí pensé que podía funcionar. Y creo que el canal no estaba muy seguro, pero lo hicieron. Invirtieron mucho y funcionó porque es un buen producto.

Mucha gente se deslumbra por su personaje de Francesca y hasta llega a creer que es millonaria. ¿Qué le dicen en la calle?

Sí, piensan eso. Me han escrito pidiéndome plata para la carrera del hijo. O para una moto o carro para hacer taxi. O para que sea madrina. Yo les contesto que no soy una persona con dinero, que es un personaje y que soy una actriz que trabaja. Y me dicen “tacaña de mierda”. Ya no puedo responder. Tengo una persona que recibe esas cosas. No creo que sea mi mejor personaje, pero quizás sea el más popular. Tengo también recuerdos de ‘Travesuras del corazón’ porque me encantó hacer de la bruja Lucrecia de Vil.

Una vez robaron su casa.

Sí, habrán pensado que tengo plata. Yo lo quería mantener en secreto, pero mi marido es demasiado extrovertido. Me robaron también mis documentos. Fue fastidioso.

¿Atraparon a los ladrones?

No, yo di algunos datos, pero me dijeron que no había pruebas de que me habían robado. Vieron todo revuelto, tenía mis alhajas y joyas de oro. Me lo vaciaron todo, pero me dijeron ‘cómo sabemos que usted ha perdido eso’. Les dije que una señora me hace joyería y me vende y sí hay manera de comprobar, pero me dijeron que no se puede y que el caso está archivado.

¿No hubo una investigación más exhaustiva?

No, tampoco he comprado gran cosa. Recién voy a comprar una computadora porque ahora me da miedo todo. Me siento libre porque, si entran a mi casa, salen con las mismas. No hay nada que robarse. Una olla, una taza. Nada que me afecte.

También incursionó en política. ¿Volvería a hacerlo?

Por amor a mi país (incursioné en política). Candorosamente, uno piensa a veces que puede hacer algo por su país, por la educación, para que sea obligatorio que se les enseñe un oficio a los muchachos para que puedan trabajar saliendo del colegio. Sería muy útil, pero te encuentras con tropiezos, ahora más que nunca. ¿Por qué hay esa falta de amor al país? El país es una chacra donde todos quieren sacar su vaca. Dónde está el honor.

¿Se arrepiente de haber entrado en política?

No me arrepiento. Me arrepiento de cosas que he hecho y de cosas que no he hecho. Por ejemplo, de no haber estudiado más, de haber perdido tiempo, de no acabar una carrera.

Lleva muchos años de matrimonio con Marcelo Oxenford. ¿Cuál es el secreto para que una relación dure en tiempos de amor efímero?

Desde que nos unimos hemos sido leales el uno con el otro. Hemos querido formar una familia bonita con amor y con respeto. Nos reímos mucho. Nos complementamos bien siendo tan distintos.

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