Ximena Ruiz Rosas, la hija del poeta y la productora de Jaime Bayly. (Foto: Mario Zapata)
Ximena Ruiz Rosas, la hija del poeta y la productora de Jaime Bayly. (Foto: Mario Zapata)

En Arequipa, es la hija del poeta. En Lima, es la productora de . Ximena Ruiz Rosas vive detrás de cámaras. Es la productora que todo lo hace posible. La empresaria que hizo de una manía una idea de negocio. 

Nos abre las puertas de su casa antes de partir al sepelio de su tía, la actriz Dalmacia Samohod, a menos de un mes de haber perdido a su padre, el poeta José Ruiz Rosas

Nunca sintió tan cerca la muerte, pero la acepta con un gesto sereno y orgulloso por lo que representaron. “Ambos han tenido unas vidas tan lindas y lo vemos en el cariño de muchas personas”, nos dice con su voz auténtica y sin perder aquella sonrisa que inspira respeto y cariño.

¿Cómo fue la relación con tu padre?
Yo llegaba, por la noche, del programa de TV y subía a conversar con él, de todo y de nada. Siempre enseñándote. Mis amigas en el colegio me decían: “Tengo que ir a escuchar a tu papá con el diccionario para entenderlo”. Cuando nos miraba con cara de “estas no entendieron”, iba al diccionario, lo ponía en la mesa y leía el significado de la palabra. Fue lindo cuando viajamos todos a Arequipa y lo hicieron miembro de la Real Academia. Además, era muy bromista. Yo lo llamaba y le decía: “Hola, pa” y me respondía: “Hola, hi” (risas).

Intentaste seguir su camino.
Sí, me quedé en el tercer año de Literatura en la Universidad de San Agustín. Era una época llena de huelgas. Sería el 84 más o menos. Pero empecé a trabajar en la tele.

¿Cómo llegas a la TV?
Por mi papi. Lo acompañé a una entrevista en Arequipa y me propusieron trabajar como reportera de culturales. De ahí me ofrecieron hacer producción, aunque no tenía idea de qué cosa era. En este programa conocí gente de la televisión en Lima y me ofrecieron venir, y lo hice. Desde la entrevista con mi papi no he parado.

¿Y la literatura dónde se quedó? Porque, además, tienes una familia literaria.
Yo escribo e-mails nomás y solo leo (risas).

Finalmente, te dedicaste a la producción y tienes una empresa de cuidado de manos y pies, servicios de belleza.
En todos mis locales hay un poema de mi papi en la pared. A él le encantaba. En cualquier libro dice: “Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra”. Mi papá en los libros que él editaba ponía: “Se agradece la reproducción total o parcial de toda la obra”. Porque siempre la idea era que más gente pueda leerlo.

¿Alguna vez te has cuestionado esto de la “frivolidad” en un centro de belleza versus la “profundidad” literaria?
Soy feliz así. Soy fresca y me gusta ser auténtica. Podría tener un súper complejo por el nivel literario que admiro en mi familia, porque yo no podría escribir una sola línea de lo que ellos escriben. Pero probablemente, ellos no podrían manejar lo que yo manejo. Así hacemos un todo perfecto.

¿Qué es la belleza?
Es etérea. En las capacitaciones que hago a mis chicas, les explico que buscamos lograr satisfacción en el cliente, generar un estado de ánimo, lograr que la persona se sienta bella para irradiarlo.

¿Qué es la fealdad?
Cuando hacemos grandes maldades. Pasa que hay gente que no te provoca, con mala vibra. En todo caso, lo que proponemos en Toque X es sacar lo mejor de ti.

Bayly dijo que si él llegaba a la Presidencia serías su ministra de la Mujer.
(Risas). Trabajar con él fue espectacular. Yo hacía un programa infantil en el Canal 4 y así nos conocimos. Nos hicimos muy amigos desde el primer momento. Nos reíamos mucho, queríamos hacer lo mismo: trabajar y divertirnos.

Y volverás con Bayly en 2021.
(Risas). Así lo ha anunciado. Las elecciones provocan tanto.

En estas semanas se ha recordado bastante la entrevista que le hizo a Belmont.
Se picó. Y todo lo que me costó convencerlo. Pero no había mejor vitrina que sentarse con Jaime.

Pese a que Lourdes Flores salió mal parada.
Y su gente de campaña le decía no vayas. Pero la convencí de que sea la madrina. La invitamos con la mejor intención, pero ella se puso a contar de su viaje a Alemania y los strippers. Aunque al día siguiente de la elección que perdió, tuvo la elegancia de llamarme para agradecernos. Eso la pinta como sensata y educada.

¿Votarías por Belmont?
¡No! Hay una orfandad de candidatos. Pero una entrevista que siempre recuerdo es la de Plácido Domingo. El programa era en vivo, salíamos a las 11 p.m. Él tenía que llegar en su avión privado y estar en el canal a las 10:45 p.m. Era mediodía y el avión no despegaba de México. Me comí todas las uñas hasta que por fin aterrizó a las 8 p.m. Del aeropuerto se fue al canal. Llegó y me dijo: “He venido directamente y me voy a quedar aquí hasta la hora de la entrevista por el mal rato que debes haber pasado toda la tarde pensando que no llegaba”. Te hablo de gente diferente, única.

Y hoy nos preguntamos: ¿qué ha sido de la vida de Ximena?
No he descansado. Pero me dediqué un poco más a mi empresa, que este año celebra su quinceañero. Mis hijos están en una edad en la que es mejor estar con ellos.

¿Por qué poner un centro de estética?
Me propuse hacerlo porque me comía las uñas desde niña. Eso a mi papá le daba mucha pena. Me ofrecía una propina por cada uña que sobrevivía, me decía que me pusiera rocoto. Pensé en cuánta gente debe haber como yo que necesita un lugar salvador. Y ahora ya puedo mostrar mis manos. Siguiendo con qué ha sido de mi vida, por cuarto año estaré en el team del Hay Festival Arequipa.

Una forma de regresar a tu papá. Él escribía “qué lejana la vida cuando se piensa en alguien ausente”. ¿Qué piensas de él?
¡Que tanta gente lo quiso tanto! Le diría si podemos jugar una partida de ajedrez, como lo hacíamos y él me ganaba.

AUTOFICHA:

“Nací un 29 de julio, al mediodía. En plena parada militar, en Arequipa. Estudié en el colegio alemán Max Uhle. No era buena ni mala en los estudios. Siempre mi mami decía que yo tenía mucha suerte. Cuenta la leyenda que cuando nací, mi abuelo dijo: ‘Esta niñita será una bendición’. Mi mami tiene 87 años”.

“Mi mamá es arequipeña y mi papá era limeño. Mi padre vivió 20 años en Lima y por salud se fue a Arequipa, donde conoció a mi madre. Estuvo allá 60 años. Y luego volvió a Lima. Somos cuatro hermanos. La mayor es Teresa, luego Alonso, Rolando y yo, la menor”.

“Siempre tengo más de un libro a la mano. Estoy leyendo a Javier Cercas. El libro te tiene que atrapar desde el primer párrafo. Por ejemplo, me ha pasado con Salón de Belleza de Mario Bellatin. De mi padre se acaba de editar una especie de obra completa en España. Ojalá hubiera algún plan de hacerlo acá”.