Conversamos con Óscar Catacora, director de 'Wiñaypacha', el primer filme peruano en aymara.
Conversamos con Óscar Catacora, director de 'Wiñaypacha', el primer filme peruano en aymara.

Redacción PERÚ21

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El Festival de Cine de Lima se inauguró el viernes pasado y dentro de las más de 300 películas que se proyectarán se encuentra 'Wiñaypacha', filme dirigido por el director puneño, Óscar Catacora. Este filme es además el primero en Perú en ser realizado enteramente en el idioma aymara, un hecho que el realizador indica que no consideró durante la filmación.

El filme sigue la historia de Willka y Phaxsi, una pareja de ancianos, con más de ochenta años que viven solos y abandonados en un lugar remoto de los andes del Perú. La pareja enfrenta la miseria, el paso del tiempo y el olvido rogando a sus dioses para que regrese su único hijo a rescatarlos.

Catacora nos explicó que 'Wiñaypacha' no solo significa eternidad. Es además una metáfora vinculado a la comisión del lugar ya que todo es cíclico. Estas metáforas están incluidas también en los nombres de los personajes. Por ello, Willka significa sol y Phaxsi, luna. Antuco, el hijo, significa "estrella fugaz, que ya no brilla". El filme, según nos dice el cineasta, está vinculado al cosmos, a la complementariedad.

Perú21 conversó con el director de 29 años, cuyo filme será proyectado el próximo 10 de agosto en la Sala Roja del CCPUCP, a las 4:45 p.m.. La película forma parte del ciclo 'Hecho en el Perú'.

Dicen que usted es autodidacta…

-Yo no me considero un cineasta autodidacta. No. Para empezar, me siento un poco mal cuando me dicen "cineasta autodidacta". Creo que, como alguien de origen andino, sabía conozco la realidad (del lugar). La situación de cómo es vivir en un contexto como el escenario que plasmo en la película. Por eso me fue sencillo filmar 'Wiñaypacha', en el que siento este universo. No tuve ningún inconveniente al filmarlo. Al contrario, para mí fue darle una mirada particular y es la que se ven la película.

Algo particular de los personajes que se ven en el avance del filme es que Willka y Phaxsi, los protagonistas, se ven muy naturales en escena. Como si no hubiera una cámara filmándolos.

-Lo que queríamos hacer con el equipo de producción es un cine que se pareciera mucho a un documental. Yo he criticado que los cineastas que vienen de Lima hacia provincias no transmiten realismo. Lo que siempre me ha gustado es el cine realista. Como el italiano. El neo-realismo italiano como los filmes 'Ladrón de bicicletas' o 'Umberto D' de Vittorio de Sica. Nosotros optamos por ese estilo y queríamos hacer una película que se viera tan real que hasta la persona y el espectador pensara si se trata de un documental o una ficción. Me agrada cuando piensan que es un documental porque de alguna forma he logrado nuestro propósito: que se vea lo más real posible.

¿Los protagonistas son actores profesionales?

-Los protagonistas son de la zona de Acora, zona aymara de Puno. Ambos no son pareja tampoco. Son de distintos lugares. No se conocen tampoco. Para el papel, los estuvimos preparando por seis meses porque era muy complicado trabajar con ellos.

¿Cómo es el proceso de dirigir a no actores?

-Había estado investigando varias películas que se habían hecho con no actores. Y yendo al neo-realismo italiano, se decía que hay que buscar la esencia del personaje que uno interpreta. Recurrimos un poco a la teoría y fuimos a la práctica y con ello empezamos a trabajar con los actores en los ensayos, en los diálogos. Me ayudó bastante que yo hablara aymara. Había una comunicación directa con los actores porque ellos no entienden el castellano. Otra ventaja fue que yo conocía todo el contexto, la realidad, la costumbre de la zona.

¿Hubo alguna complicación al dirigirlos?

-Tuve una especie de problema o dificultad porque la zona en donde yo provengo no se tiene la costumbre de que un joven pueda tratar directamente de tú a tú a una persona de 80 años porque eso sería como faltarle el respeto. Para ello hicimos la estrategia de contratar a un traductor que había sido jefe de comunidad y era gobernador. A través de él, conversamos y en algunos momentos recurrir a dar una indicación de forma sencilla. Y así pudimos trabajar.

La historia de 'Wiñaypacha' presenta la historia de dos ancianos y de su hijo que los ha olvidado. ¿La historia toma elementos de tu vida?

-Sí, por la temática. Sí, un poco de lo que yo vi cuando era niño de mis abuelos. Ellos vivían una nostalgia sobre sus hijos que no vivían junto a ellos. Estaban dispersados en Puno o Lima. De alguna forma, veía su tristeza, su nostalgia. Y recuerdo que subíamos a un cerro y mi abuela hacía unas señas. No entendía eso de niño. Pero entiendo ahora a qué se refería. De alguna forma, lo que yo hago ahora es plasmar lo que vi como testigo. Esas pequeñas acciones que son muy importantes para el hombre andino. Porque como costumbre, han vivido con su familia siempre. Pero hoy en día, por la influencia de culturas foráneas, se ha roto esa unidad como familia. De alguna forma, afecta a la unidad, sobre todo en la sierra. Pero no solo en la sierra, creo, sino a nivel mundial. Y lo digo porque si vas por las zonas alto andinas, solo encuentras ancianos abandonados. Y les preguntas sobre sus hijos, y te dicen que están en Lima, en la ciudad. La película trata eso. De esa desunión familiar con los hijos en zonas rurales.

Un tema que se aprecia que tocarán es el sentimiento de vergüenza que sienten los hijos por sus orígenes andinos…

-Recién en los últimos años se ha ido dando la revalorización de las lenguas originarias, o de la cultura andina. Sin embargo, recuerdo que hace como cuatro o cinco años era un tema tabú. Un tema vergonzoso hablar de estos temas. La primera vez que fui a Lima, conversaba con paisanos míos y uno siente los problemas del origen que expresaban. De creer que ya no son de este lugar o algo así. Yo siempre he visto este problema de negar la identidad cultural o del lugar de donde uno procede. Sobre todo de las zonas alto andinas. Y sobre todo en los jóvenes.

¿La presentación de 'Wiñaypacha' enteramente en aymara busca enaltecer tu idioma?

-Sí, yo creo que el hecho de que he querido filmarlo desde el inicio en aymara es porque deseaba que partiera de mi identidad personal. Siempre me he sentido orgulloso de dónde soy y de dónde provengo. Mis primeros cortos han estado en relación con la identidad de la que soy además. 'Wiñaypacha' es una película relacionada con la identidad del hombre de los andes y está en ese idioma: el aymara. Y está orientada para ese poblador andino. Para esa persona que quiere verse reflejado con la temática. Con esa identidad. Recordemos que el Perú está poblado por la mayor cantidad de personas que vienen de las zonas andinas hacia la ciudad.

Claro, porque muchos somos descendientes de migrantes…

-De alguna forma quería mostrar que todos somos un espejo. Ahora que la presentaremos en el Festival de Cine de Lima queremos que la gente no olvide de dónde son. Aparte, en mi caso, presentar la película en el evento, es una forma de agradecer al Ministerio de Cultural porque 'Wiñaypacha' fue premiada en el Concurso de Proyectos de Largometraje. He querido retribuir esta confidencia que me han brindado como director. Y esta es una película que yo hago desde mi mirada como aymara. Como cineasta de origen altoandino.

Cuéntame sobre las influencias que has tenido para esta película…

-Recuerdo que cuando tenía 16 años, o antes, a través de TV Perú se transmitía películas de cine asiático. Y pasaban varias de Yasujiro Ozu y Akira Kurosawa. Me gustaban mucho porque me sentía identificado con la temática. Y esas historias se parecían mucho a mi tierra, a mi lugar de origen. Siempre quería hacer una película que se asemeje a ese estilo de narración. Y cuando hice 'Wiñaypacha' tuve esas referencias. Por otra parte, también la película cuzqueña 'Kukuli'. Me quedé atrapado cuando la vi. Es una película de 1961 que hasta hoy no ha sido tan valorada. Y eso me sorprende porque en esa película se plasma la esencia de la cultura andina. Recién en el 2009 ó 2010 con 'La teta asustada' de Claudia Llosa se vio solo una gota de toda la temática andina.

Algo que se cree, a raíz de tus comentarios, es que se cree que no existe mucha producción de películas en regiones. Pero en sí, estas películas muchas veces están en una suerte de olvido…

-A mí me incomoda mucho que en Lima existan muchos profesionales que tratan al cine que se hace en Puno o Ayacucho como "el cine del interior del país". Me parece una especie de discriminación porque es como si trata de películas del exterior. A mí me incomoda mucho porque cuando uno sale fuera de Perú, estas películas son "peruanas. Y ahora me imagino que en notas fuera del país, como Brasil, Argentina o Uruguay, se refieren a todas las películas de aquí como "película peruana". ¿Por qué dentro de nuestro país empezamos a discriminar así?. Se las presentan como cine de regiones y cine de Lima. Me parece una actitud vergonzosa. Esas actitudes deberían corregirse.

No he visto la película pero en el avance, pero me ha dado la impresión de que no utilizas música de fondo…

-No. Quise darle una mirada propia a la 'Wiñaypacha'*. Que es una mirada más natural, contemplativa. Tiene 96 planos. Incluyendo los créditos. Siempre me ha gustado como director o cineasta hacer una película que me gustaría ver. 'Wiñaypacha' es eso: hacer el cine que me gustaría ver. Que no me gustaría copiar una película que haya visto. Entonces por esa razón la película solo tiene 96 planos, no tiene música, son planos estáticos, sin movimiento de cámara. Fue filmado en un ambiente natural. En la noche se filmó con fuego. Y no tiene efectos sonoros. Son dos actores naturales de la zona. Yo creo que es una propuesta sobre todo artística, casi experimental.

Datos:

- 'Wiñaypacha' fue filmada en el nevado de Allincapac (5,800 m.s.n.m.), en la provincia de Carabaya, y en varios lugares de la ceja de selva.

- Catacora señala que 'Wiñaypacha' está hecha para ser vista solo en cine no para verse en una pantalla pequeña de televisión.