El cronista admira a las personas que pueden decir desde más jóvenes ‘soy cholo’. (Perú21)
El cronista admira a las personas que pueden decir desde más jóvenes ‘soy cholo’. (Perú21)

Redacción PERÚ21

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El domingo llegó a su fin la edición número 21 de la y uno de los títulos más vendidos fue De dónde venimos los cholos, del periodista abanquino Marco Avilés (1978).

Es un libro de crónicas y reportajes de los últimos años, de viajes a la sierra y a la selva, a comunidades muy alejadas. Estas historias están unidas por la curiosidad de por qué hay gente que vino de la sierra a la costa y, sobre todo, por qué hay personas que no vinieron, por qué se quedaron. Respuestas que tal vez se encuentren en la publicación.

Si bien el libro de Avilés destaca por su temática: reflexión de nuestra 'choledad', también lo hace por su narrativa, que es directa, de una precisión propia de un francotirador y sin más pretensiones que sus paisajes e historias. Así narra las peleas a puño limpio en Chumbivilcas, celebración popular conocida como Takanakuy, o los partidos de fútbol entre mujeres en Churubamba, a 3,863 metros sobre el nivel del mar.

El cronista admira a las personas que pueden decir desde más jóvenes 'soy cholo'. "Cuando estuve en el colegio, nunca dije dónde había nacido, jamás confesé que mi viejo hablaba quechua, nunca conté que mi abuela era campesina de Huancarama; y si lo hubiera dicho, habría sido mi muerte social. Importa que la cultura oficial acepte al cholo, pero importa más que el cholo se acepte a sí mismo", nos dice.

VERGÜENZA CHOLA

En julio de 2007, sufrió un episodio vergonzoso, aunque Avilés lo considera "curioso". Una discoteca local le negó la entrada porque no es blanco. Regresó a su casa y pensó en quedarse callado o contarlo todo. Entonces, publicó una carta revelando lo sucedido y, de alguna forma, para encontrase consigo mismo. "Empecé a mirarme con mayor curiosidad, a interesarme más por la biografía de mi familia. (Hoy) me gusta reconocerme como cholo", expresa.

Le preguntamos a Avilés qué opina de las figuras cholas de la TV. "Todo ayuda, incluso La Paisana Jacinta, con todo lo asqueroso que es ese personaje. Al menos, ves que la discriminación existe, cómo una empresa fabrica esos personajes, cómo ve al cholo", responde.

CHOLAS DE TV

Escribir sobre nuestra 'choledad' no pierde actualidad, a pesar de que creamos que nuestra gastronomía todo lo puede. Como dice el escritor al final del libro, "hasta parece que los grandes problemas del país (el racismo, la discriminación, el miedo al otro) se hubieran resuelto en aquella barra, gracias a los aderezos del chef. El efecto dura lo que dura el almuerzo".

Opina

  • "Me ha escrito mucha gente que compró el libro para decirme que ahora se siente más segura para mirar de frente a quien la discrimina", dice Avilés.

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