Al iniciarse la vida republicana, la antigua Casa de los Virreyes se convirtió en la Casa de Gobierno de la República del Perú. El Palacio ocupa un área aproximada de 19,208 metros cuadrados (GEC).
Al iniciarse la vida republicana, la antigua Casa de los Virreyes se convirtió en la Casa de Gobierno de la República del Perú. El Palacio ocupa un área aproximada de 19,208 metros cuadrados (GEC).

Luego de despedir a aquella tarde del 21 de julio pasado en , el entonces presidente nunca imaginó que su sucesor desecharía la Casa de Pizarro como sede para su futuro mandato. Minutos antes, Sagasti había fungido de guía, mostrándole los ambientes del edificio republicano como el Salón Dorado, el Salón Túpac Amaru, los jardines. En las fotografías de aquel encuentro, Castillo sale sonriendo. Cualquiera diría que hasta lucía emocionado al conocer la futura casa presidencial.

Pero siete días después de aquel encuentro, durante su mensaje en el ya como presidente de la República, Castillo anunciaría que no gobernaría desde la Casa de Pizarro. Esta pasaría a ser un museo.

MIRA: Keiko Fujimori: “Hay principios que no pueden ser sometidos a ningún tipo de concesión ni cálculo político”

DE CASA A PALACIO

Si bien su aspecto actual data de 1938, la historia de Palacio se remonta a los años de la fundación española de Lima. El espacio donde se encuentra hoy el edificio pertenecía al curaca Taulichusco, quien administraba el valle para los incas. Este otorgaría el terreno para la construcción de la Casa del Gobernador Pizarro. La primera versión de la sede fue una casa sencilla, con un patio al centro, en cuyo jardín se sembró una higuera que se mantiene hasta hoy. Su fachada no apuntaba a la Plaza de Armas.

Tras la muerte de Pizarro, el lugar se convertiría en la casa de los virreyes. Un terremoto en 1569 la dejaría inhabitable, aunque su remodelación a fines del siglo XVI la elevaría a categoría de Palacio.

Se dice que la Casa de Pizarro ha sido testigo silencioso de nuestra historia. Y esto incluye asesinatos, saqueos, incendios y terremotos. Justamente dos grandes sismos llegaron en 1687 y 1746, destruyendo el edificio y obligando que los virreyes cambien de sede de gobierno. En 1769 también soportó otro gran incendio.

Durante la independencia, San Martín lo usó brevemente. Su estructura colonial recién cambiaría durante el oncenio de Leguía (1919-1930). Sin embargo, la noche del 3 de julio de 1921, a pocos días del centenario de la independencia, el Palacio sufrió un grave incendio que destruyó parte de la primera planta. Ocurrió cuando el presidente había salido al hipódromo. En la tragedia se perdieron documentos valiosos, mobiliarios y obras de arte conservadas desde época colonial. Los colaboradores aconsejaron a Leguía cambiar el escenario de las celebraciones; sin embargo, este se negó y los trabajos de reconstrucción se iniciaron al día siguiente para llegar justo a tiempo al centenario.  Se trabajó de manera ininterrumpida.

En 1926 Leguía nombra al arquitecto francés Claude Antoine Sahut Laurent para realizar el diseño de un nuevo Palacio. Sin embargo, debido a contratiempos (como la caída de la Bolsa de Valores de Nueva York, un golpe de Estado y la muerte de Sahut), el edificio recién sería inaugurado en 1938 durante la segunda presidencia de Óscar R. Benavides. El arquitecto Richard de Jaxa Malachowsky fue quien completó la construcción y quien diseñó la fachada principal.

¿MUSEO?

“No gobernaré desde la Casa de Pizarro porque creo que tenemos que romper con los símbolos coloniales para acabar con las ataduras de la dominación que se ha mantenido vigente”. Las palabras le pertenecen a Castillo, quien decidió convertir en museo a la Casa de Pizarro.

La historiadora del arte ha sido una de las voces más críticas frente a esta decisión. A través de un artículo publicado en el portal Trama, enumera las razones por las cuales esta medida resulta, por lo menos, equívoca. Entre los puntos resaltan la necesidad de más museos especializados y no generales, que no se presta para albergar colecciones y la falta de técnicos para gestionar los museos. Sin embargo, la especialista hace hincapié en el centralismo que demuestra nuevamente una medida como esta.  “Prácticamente todas las colecciones nacionales significativas se encuentran en Lima. Los museos regionales, cuando existen, están abandonados”, comenta, para desestimar la creación de un nuevo museo limeño.

Si bien se desconocen los detalles de cómo se realizará la transición a museo, la decisión de Castillo ya está tomada. La Casa de Pizarro agrega así un eslabón más a su cadena de funciones realizadas en los últimos cinco siglos. A ver hasta dónde resiste.

DATOS:

- El caprichoso cambio de uso de Palacio de Gobierno tiene un problema adicional al observado por Natalia Majluf.  Según la ley, el presidente no debe despachar fuera de una sede institucional por una cuestión de transparencia ya que está obligado a tener una agenda pública y registros de visitas.

- “Urge que se despache en una sede institucional. No solo por transparencia, sino también por la  propia estabilidad del gobierno. Los peruanos debemos saber en dónde labora el presidente”, mencionó el constitucionalista Víctor García Toma al respecto.

VIDEO RECOMENDADO:

¿Cómo cambiar de actitud para ser más tolerante?
¿Cómo cambiar de actitud para ser más tolerante?