Tony Succar, jurado de La Voz Senior.
Tony Succar, jurado de La Voz Senior.

“Siempre he querido trabajar con Luis Enrique”, dice.

Pensaba en esa posibilidad desde el boom de “Yo no sé mañana”. Tiempo después, el peruano , afincado en Estados Unidos, ganaba un nombre con las versiones en salsa de canciones de Michael Jackson. Un día le escribió al manager del salsero nicaragüense. Confiesa que no le prestaron mucha atención. “Ah bueno, qué chévere” fue la respuesta. Pero dicen que el tiempo es justo. A finales de 2019, ambos se llevaron premios en los Latin Grammy.

Aquella noche, en el escenario Luis Enrique interpretaba “Yo no sé mañana”. En el público estaba Tony Succar. Era el after party de los . No eran amigos, pero había un cajón que lo llamaba. No tenía planeado hacerlo; se subió al escenario y empezó a tocar el cajón. “Tremenda descarga hicimos”, recuerda. Después del show, empezó la amistad musical.

“El que la piensa no la hace”, dice.

Hace un mes se volvió a comunicar con él. “Luis, tengo un tema para ti”, escribió en WhatsApp. La canción ya está grabada, y Succar piensa en cómo será el videoclip. “Ahora él y yo estamos en ‘hey, qué más hacemos juntos’”, me dice el percusionista que jugaba de 10 y alguna vez consideró ser futbolista. Hoy es uno de los jurados del conmovedor programa de televisión La voz senior, que se transmite por Latina, y acaba de ganar un premio en el World Film Festival por su documental Más de mí.

Entra la videollamada. Está en la habitación del hotel que lo aloja en Lima. Al frente tiene la laptop, que es como su estudio de grabación portátil. A la izquierda un piano para crear y producir. Músico a tiempo completo. “¿Todo bien, todo tranquilo?”, dice antes de hacerle la primera pregunta.

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-Te entrevisté en mayo de 2019 y desde entonces has ganado grammys, estuviste en Yo soy, ahora en La voz senior, ganas en Cannes, has estrenado una canción que fusiona la salsa y el hip hop, acabas de grabar con Luis Enrique y el fin de semana que pasó diste un show en Lima. No paras.

(Ríe). Sí, la tranquilidad no va bien conmigo, siempre estoy haciendo muchas cosas y disfrutando de la música, de esta carrera que es tan increíble. Estamos activos. Y estoy feliz de poder estar en Perú una vez más. El 30 di mi primer show de regreso al Perú, luego del Gran Teatro Nacional en 2020.

-Si bien lograste notoriedad desde EE.UU. con las interpretaciones en salsa de las canciones de Michael Jackson, me da la impresión de que, desde que te has acercado un poco más al Perú, ha empezado esta ola de buenas noticias.

Sí, el público peruano y todas las oportunidades que se han abierto acá han hecho que todo lo que hago salpique más. Es como agregarle gasolina a un fuego. La industria ve eso, ve un movimiento importante. Ahorita en noviembre tengo un show en Nueva York, lo que salpica a otros estados en EE.UU. para hacer una gira por allá, mercados donde hay muchos peruanos. Quiero usar Perú como un trampolín y también quiero llevar mi cultura y lo que somos a otros lados del mundo.

-¿Perú podría ser el próximo protagonista de la música en Latinoamérica?

Es difícil hacer un pronóstico así, porque no requiere de una persona sino de muchas, y de una industria que apoye a sus artistas, a sus productores. Creo que estamos en un proceso de crecimiento.

-¿Qué tiene el Perú y qué le falta musicalmente?

Hay muchísimo talento. Puede ser que falte un poquito del lado de la industria. Hay que enfocarse en hacer cosas de calidad, arriesgar más, que las radios apoyen a los artistas que están arriesgando en cuestiones de sonido, porque a veces dicen: “Ah no, eso no va a funcionar para la radio”, porque los oyentes tienen que escuchar la salsa como se tocó hace mil años. O “tienes que hacer este tipo de canción”, porque es lo que funciona acá. Esos pensamientos te encierran en algo que no te dejará crecer al próximo nivel. Necesitas crear un sonido, necesitas arriesgar en Perú.

-¿Pero cómo romper esas ideas preconcebidas en las radios?

Todo comienza con los programadores, la gente que decide. Si apoyan lo diferente, los artistas harán cosas diferentes, nuevas, frescas. Hay que tener ese atrevimiento.

-En 2019 me dijiste “cómo es posible que el 99% de la música sea urbana”, y que tu misión era inclinar la balanza. ¿Hoy cómo está esa balanza?

Ahorita hay un movimiento interesante en lo tropical. Marc Anthony acaba de lanzar un sencillo. Mike Bahía me contaba que él tiene un amor muy fuerte hacia la salsa y que le gustaría hacer cosas tropicales. La gente de Daddy Yankee hizo un feat con Marc Anthony. Acabo de hacer una salsa con trap. Esos cambios no vienen de la noche a la mañana, es poco a poco. Esta producción que estoy haciendo con Luis Enrique la escucharán en una canción que ni se imaginan con qué onda vamos; tiene mucha proyección internacional, lo veo como para Grammy.

-Tendrán que superar a “Yo no sé mañana”.

Una cosa loca (risas). Aún no tenemos fecha de estreno. Ya tenemos la canción, ahora debo hacer la posproducción, afinar los detalles.

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-En el documental dices que naciste para la música tropical. ¿Por qué lo dices?

Tú sabes cuando el género es para ti. Aunque nací en una época en que la música tropical no era lo popular.

-En EE.UU. debes haber crecido con el hip hop y el grunge.

Me gustaba mucho el hip hop, artistas como 2Pac, Eminem, Jay Z, Busta Rhymes. También se escuchaba un poquito de rock, como Korn, Slipknot, Green Day. Mi juventud fue esa en la escuela, pero en la casa era El Gran Combo, Oscar D’León, Joe Arroyo. En la escuela no podía escuchar salsa, te hacían bullying, porque eras el latino. Toda esa influencia urbana sigue en mi música.

-En el filme se dice: “Tony no es un típico salsero”. ¿Qué clase de salsero eres?

Soy el tipo de salsero que quiere cambiar la historia en la salsa. Soy un tipo que voy a arriesgar, que va a aportar nuevos sonidos y que estaré siempre abierto a la crítica. Ahorita estaré trabajando un cover de Bruno Mars. Él es old school, y yo también soy así.

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-¿Qué tal la experiencia en La voz senior con talentos de la tercera edad?

Algunos vienen por sus hijos, también por ellos mismos, pues han sacrificado todo por sus hijos y no han podido dedicarse a la música como ellos querían, pero tienen un súper nivel. Por ejemplo, mi papá tiene 67 años y acaba de graduarse con su máster en Business, y lo hace porque su alma sigue siendo de niño, quiere alcanzar cosas y lograr sueños. Son seres humanos con sueños. Cuando sienten que el mundo los conoce, es como darle una vida impresionante. Es como decir “toma, Perú, mira todos estos tesoros”.

-¿Cómo te ves a los 60 años?

No visualizó hasta allí. Sabiendo lo que tengo que hacer mañana es suficiente para mí (ríe). Trabajo bastante.

AUTOFICHA:

- “Soy Antonio Guillermo Succar Tayrako. Tengo 35 años. Nací en Lima. Mi madre es cantante y mi papá es músico. Tengo un poco de los dos, porque mi papá tiene habilidad para componer y mi mamá posee un carisma increíble”.

- “Estoy escuchando muchísima música R&B, música de los 80 y 90 también. Todo lo que tenga que ver con Stevie Wonder. El nuevo tema de Justin Bieber está pegadísimo. Un poco de pop, de jazz. Me gusta lo afroperuano, Eva Ayllón obviamente”.

- “Uno de mis sueños es hacer un show megamostrísimo con tecnología full en Las Vegas, en un hotel, en una residencia. Todos los días, dos funciones al día, con agua, con láser, con pantallas 3D, actores, bailarines y salsa. Creo que la salsa necesita algo así. Traer a La India, Tito Nieves, Jon Secada, orquesta de 30 músicos”.


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