Teresa Ruiz Rosas (Arequipa, 1956) es una de las narradoras peruanas contemporáneas más destacadas aunque, paradójicamente, poco conocida en nuestro país. Si bien esto se debe, en parte, a que vive desde hace más de dos décadas fuera del Perú, lo cierto es que méritos le sobran y el boca a boca entre los lectores ha ayudado a que su obra se difunda a través de publicaciones recientes, como la que comentaremos ahora.
A pesar de que el terreno en el que se desenvuelve mejor es el de la novela, El color de los hechos. Narrativa breve (1986-2016) nos permite tener un acercamiento a las primeras historias de Ruiz Rosas, cuyos temas desarrollará con mayor solvencia en sus novelas El copista (1994) y Nada que declarar (2013), la primera de ellas finalista del Premio Herralde, mientras que en la última aborda como tema central la trata sexual de mujeres.
EL COLOR DE LOS HECHOS
En las historias de esta autora encontramos seres que reflexionan sobre sus circunstancias, con una lucidez exacerbada que muchas veces los lleva a actuar de manera racional. Sus personajes, femeninos fundamentalmente, batallan contra el sometimiento y los estereotipos en el medio en el que desenvuelven. Si bien hay referencias a la sociedad conservadora arequipeña, al contrastarlas con la vida europea, la conclusión es que el machismo, con sus matices, sigue vigente.
El mérito como narradora de Ruiz Rosas se evidencia en la trama y en el desarrollo de sus personajes. Sus historias se encuentran muy bien tejidas, aunque en algunos casos el uso de frases largas confunde al lector. En los relatos vemos a sus protagonistas sujetas a convencionalismos de época y en una batalla para revertir esta situación. El amor es un tema secundario que subyace en la mayoría de los cuentos. Muchos de sus personajes son de clase alta, de una aristocracia rancia y conservadora, de la cual buscan liberarse.
LA PROSA DE RUIZ ROSAS
Sin ser un libro totalmente redondo, nos permite conocer a una voz que, a diferencia de, por ejemplo, Pilar Dughi y Laura Riesco, narra desde una distancia emocional con el lugar de origen. Sus protagonistas son seres desarraigados que buscan su lugar en el mundo. Los personajes que pueblan este libro son cosmopolitas y las menciones a lugares geográficos son circunstanciales. Lo realmente trascendente ocurre en la mente de sus protagonistas.
Entre lo mejor de la publicación, elegiría ‘Detrás de la calle Toledo’, un relato de corte policial en el que la autora maneja el suspenso y la voz de la protagonista le da peso a la trama. Con este cuento obtuvo el Premio Juan Rulfo 1999, de Radio Francia Internacional. ‘Telegrama’ es un relato de final inesperado que se centra en las elucubraciones de una funcionaria irlandesa en Arequipa, quien acaba de recibir un telegrama de remitente desconocido.
‘Del café preferido de monsieur Dürrenmatt’ da cuenta del ansiado encuentro de una joven peruana con un dramaturgo suizo. La cita se da de manera casual, pero la conversación surgirá hacia el final. El texto, de largo aliento, permite a la narradora desarrollar la personalidad del personaje principal. En ‘La cantidad significativa de tiempo’, una pintora de 27 años reflexiona sobre el amor y la creación tras haber sufrido un accidente. Se dirige en todo momento a su pareja, otro artista con el que se siente acompañada en esta travesía creativa. El relato tiene una musicalidad que se potencia en la voz de la protagonista.
El color de los hechos… nos ofrece un acercamiento a los primeros pasos de una autora que tiene todos los méritos para ser leída. De otro lado, esperamos que pronto aparezca la reedición de El copista, una estupenda novela suya actualmente inhallable en librerías.
El color de los hechos. Narrativa breve (1986-2016)
Autora:
Teresa Ruiz Rosas
Editorial:
Biblioteca Abraham Valdelomar
Lima, 2017. 297 p.p.