'El diario de Ana Frank', de alguna forma, pone sobre la mesa la lamentable vigencia de los discursos de odio.
'El diario de Ana Frank', de alguna forma, pone sobre la mesa la lamentable vigencia de los discursos de odio.

“Me he dado cuenta de que siempre hay un poco de belleza: en la naturaleza, en el sol, la libertad, en nosotros mismos; y todo esto puede ayudarme”, escribía en su diario personal.

En él, le escribe a su amiga imaginaria Kitty, contándole cómo era compartir un ático con otras siete personas, entre ellos sus padres y su hermana, que se escondieron en los ambientes traseros de las oficinas de una empresa, desde el 12 de junio de 1942 hasta el 1 de agosto de 1944, durante la ocupación nazi en Holanda. La joven judía también narra el enamoramiento de ella con Peter, el último hijo de una de las familias con las que comparten ese pequeño espacio.

Escenarios e historias que son parte de la puesta en escena El diario de Ana Frank, homónima al libro. La obra teatral, que se estrena esta noche, fue escrita por Francis Goodrich y Albert Hackett, en 1955, y en el Perú ha sido adaptada y dirigida por Joaquín Vargas. La popular actriz Patricia Barreto encarnará a la adolescente escritora y compartirá escenario con Gerardo García Frkovich, Magali Bolívar, David Carrillo, Laura Adrianzén, entre otros actores.

ENFRENTANDO EL ODIO
Pese a las sospechas que envuelven a la autoría del libro, ya que se cree que en realidad no fue Ana quien lo escribió, sino su padre, la historia de la familia Frank ha perdurado a través de los años y es una lectura importante para conocer otra cara de los crímenes en la Segunda Guerra Mundial.

Esta historia aborda la infancia interrumpida por la guerra; la esperanza de ser libre, por los pensamientos de Ana al imaginarse de grande siendo escritora; y la capacidad del ser humano para lidiar con los discursos de odio. Este último tema hoy es, sobre todo, relevante porque si bien el objeto del odio ha cambiado, el estigma hacia el otro persiste y el discurso que denigra al que no es como uno, lamentablemente, sigue vigente.

La historia también nos sumerge en la intimidad emotiva de la adolescente, como su valentía, la persistencia y el optimismo. “Yo quiero seguir viviendo aún después de muerta”, escribía Ana. Sus memorias lo han logrado.

DATOS:
-El diario de Ana Frank va hasta el 27 de mayo en el teatro Mario Vargas Llosa, de la Biblioteca Nacional (Av. de la Poesía 160, San Borja).

-De jueves a domingo, 8 p.m. General S/60, estudiantes y jubilados S/50.