“La actuación es un gran entrenamiento para la política. El teatro te ayuda a controlar los tiempos. El abogado debe tener capacidades expresivas”, expresa la abogada (César Campos/Perú21).
“La actuación es un gran entrenamiento para la política. El teatro te ayuda a controlar los tiempos. El abogado debe tener capacidades expresivas”, expresa la abogada (César Campos/Perú21).

también fue actriz. La última novela en la que actuó fue 'Los de arriba y los de abajo', un clásico de la televisión peruana, en la que hizo de la abogada de ‘los de abajo’ e, incluso, actuaba con su propio maletín. Después de ese episodio, alzó vuelo y partió a Madrid para seguir estudios de posgrado en Derecho. Le dijo adiós a la actuación y hola a la política. Mañana debuta como columnista en las páginas de Perú21, donde podrán encontrarla todos los viernes. Le preguntamos qué pueden esperar los lectores de ella. “Verdades sin miedo”, respondió la abogada, firme en sus palabras pero sin perder la sonrisa de oreja a oreja ni la picardía en el tono de voz.

¿Cuál es el balance de la campaña electoral para llegar a la Alcaldía de Magdalena?
Miro atrás y me siento ganadora. Rompimos la manera tradicional de hacer campaña. Demostramos que no se necesitan millones. No pusimos letreros en la vía pública, no hicimos mitin de cierre y, así, empatamos en el segundo lugar; claro, la lampa me enterró. En este entorno de corrupción que vivimos, una campaña austera era especialmente valorada.

Antes has postulado dos veces al Congreso y tampoco alcanzaste una curul. ¿Por qué crees que no logras ingresar al Estado a través de una elección?
Como dicen los mexicanos: ‘Cuando te toca, aunque te quites; cuando no te toca, aunque te pongas’. Pero hay que insistir porque soy de vocación política.

¿Por qué elegiste el Derecho, pese a la actuación?
Es una carrera donde hablas bastante, pero también he actuado en mi colegio. Aunque quería ser médica, porque mi mamá era farmacéutica y mi abuela obstetriz. Pero no entré a la Cayetano y mi profesora me aconsejó que haga un taller de teatro para relajarme. ¡Y entré al TUC!

¿Y por qué no te quedaste en la actuación?
Me dediqué a la actuación, sin parar, del 81 al 94. Pero la condición en mi casa era estudiar algo en paralelo y por eso seguí Derecho. Además, en mi época la gente aún no vivía de hacer teatro. Aunque fui parte de 'Pataclaun en la ciudad', que fue un éxito brutal. Si me quedaba, capaz entraba a 'Pataclaun en TV'. Cuando viajé a estudiar el posgrado a España, me desvinculé del medio artístico.

“Todo soldado quiere ser general. Todo político quiere ser presidente. Que lo cumpla, no sé. El camino para llegar hasta allá es la persistencia, paso a paso”, dice Paredes (César Paredes/Perú21).
“Todo soldado quiere ser general. Todo político quiere ser presidente. Que lo cumpla, no sé. El camino para llegar hasta allá es la persistencia, paso a paso”, dice Paredes (César Paredes/Perú21).

¿Dónde se encuentran la actuación y la política?
La actuación es un gran entrenamiento para la política. El teatro te ayuda a controlar los tiempos, a saber cómo expresarte. El abogado debe tener capacidades expresivas. Es más, en los cursos de Derecho debería incluirse uno de teatro para el litigio oral.

¿Y cómo te encuentras a ti misma en tu opción sexual?
Cuando era niña, no entendía nada. En mi adolescencia pensé que tenía una enfermedad. Me decía: ‘Esto tiene que desaparecer’. Lo oculté mucho tiempo. Ya en Madrid, muy mayor, me dije: basta, soy así y no tengo ninguna culpa. Volviendo, hice psicoanálisis dos años, porque la educación católica es muy culposa; no obstante, me siento católica, no he renunciado a mi fe, pero he aprendido a aceptarme y a no sentirme pecadora. Yo sé que Dios me ama como soy.

¿Qué le dirías a quien en este momento atraviesa esa misma sensación de confusión?
Primero, hay que saber que esto no es una enfermedad. Y quien te diga que te puede curar, te está mintiendo y estafando. Los tiempos han cambiado y ahora los problemas no los tenemos las lesbianas o los gays, sino las personas trans, que no tienen ninguna oportunidad laboral y son asesinadas. Por ejemplo, las mujeres trans están obligadas a ejercer el trabajo sexual.

¿Ser de izquierda también estaba en la vena?
Estudiar en San Marcos y ver que existen realidades distintas te dice que debe haber un punto de partida de donde todos salgamos iguales. Luchar porque las personas nazcan en un hospital con buenas condiciones, coman bien hasta los tres años y que el colegio sea gratis y el mejor del Perú es ser de izquierda.

Susel Paredes señala que no pone las manos al fuego por nadie cuando lo preguntamos si lo haría por Susana Villarán (César Campos/Perú21).
Susel Paredes señala que no pone las manos al fuego por nadie cuando lo preguntamos si lo haría por Susana Villarán (César Campos/Perú21).

¿Ser de izquierda es una posición ética o política?
Es una posición política y en el Perú, es ética, porque la desigualdad es tan grande que no es ético no pensar en la igualdad.

¿Te arrepientes de haber apoyado a Susana Villarán?
No, porque lo hice de buena fe, con convicción y al lado de ella hicimos cosas muy buenas para ordenar la ciudad.

¿Y sobre las denuncias en el caso Odebrecht?
Si ha cometido un delito, tendrá que pagarlo, porque todos somos iguales ante la ley.

¿Pones las manos al fuego por ella?
No lo hago por nadie.

¿Te arrepientes de algo?
Claro, de haber salido del clóset muy tarde.

¿De qué estás orgullosa?
De haber estudiado en San Marcos, de haber trasladado La Parada al mercado de Santa Anita, de haber trabajado con el colectivo Personas Viviendo con VIH para tener en 2004 la Ley de Acceso a Tratamiento Gratuito para los Antirretrovirales, y de mi familia.

Y ahora te toca La Victoria, quizá el municipio más complejo para trabajar el tema de fiscalización.
Tengo la alegría de que el alcalde electo me haya convocado para trabajar en Fiscalización. He aprendido a enfrentar los problemas del orden proponiéndoles alternativas a los comerciantes.

Pero en La Victoria no solo hay que enfrentar el desorden, sino la corrupción.
Sí, había espacios físicos que los alquilaban hasta en tres turnos. Solo con no robar La Victoria va a cambiar.

¿Cuál es tu sueño en política?
Todo soldado quiere ser general. Todo político quiere ser presidente. Que lo cumpla, no sé. El camino para llegar hasta allá es la persistencia, y paso a paso.

Autoficha:
- “Nací en Pueblo Libre, en 1963. Tengo 55 años. Estudié en el colegio Mater Purissima, la misma promoción de Natalia Málaga. Nos han hecho achoradas a las dos (risas). Yo admiraba a Natalia, quien ya jugaba en esa época. Con el deporte no he compatibilizado mucho, aunque he jugado fulbito”.

- “Estudié Derecho en San Marcos, luego me fui a Madrid para estudiar en la Complutense. Volví para hacer una maestría en Estudios Amazónicos. Y hoy estudio una maestría en Derecho Penal, porque tras La Parada me hicieron 72 denuncias, que no pasaron a la Fiscalía”.

- “San Marcos es el Perú. Cuando no estoy trabajando, me encanta escuchar música, sobre todo la brasilera. En realidad, me encanta el Brasil desde el año 85, que fui a un Rock in Rio, donde escuché a Freddie Mercury y AC/DC. Debo haber ido más de 20 veces al Brasil, y no por Odebrecht (risas)”.