(Inés Menacho)
(Inés Menacho)

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Tengo un amigo con el que quiero ser sincero. Ya son varias semanas que no dejo de pensar en mis papeles, desde que le di mi copia de sentencia, mi esperanza de salir pronto de este lugar ha ido aumentando; sé que está haciendo todo lo posible y se lo agradezco. Desde que llegué a este lugar, ha sido la única persona que no dudó en mi palabra y ha creído en mi inocencia. Él no sabe lo agradecido que estoy. Espero algún día poder devolverle todo lo que hace por nosotros.

No voy a mentir. A veces me desespero. El solo pensar que me han sentenciado a 10 años me hunde en la más profunda depresión, pero estoy aprendiendo a ser fuerte, no voy a decir que lo he superado porque hay noches que cierro mi carretaje y me pongo a llorar pidiéndole a Dios una oportunidad, solo una. Yo no le robé, menos sé quién es, solo tuve la mala suerte de estar en el lugar equivocado a la hora equivocada. No sabes cómo me frustra saber que digo la verdad y que la justicia no me crea. Ahora, a veces tengo miedo de decir la verdad.

En estos momentos de mi vida, mi amigo, aquel que no duda de mí, se ha vuelto una especie de ángel guardián, el que me puede ayudar a volar de este castillo de metal. Por favor, no sueltes mi mano, amigo.

TAGS RELACIONADOS