Sobre ‘Piel alzada’, de Rossella Di Paolo

“Considerada parte de la Generación del 80, Di Paolo destaca por ir mucho más allá de la exploración sensorial. Ya desde su primer libro, Prueba de galera (1985), se percibe la apuesta poética por la contemplación y la reflexión”, señala Jaime Cabrera, el columnista literario de Perú21.
(Perú21)

Rossella Di Paolo (Lima, 1960) es una poeta cuya singularidad se manifiesta en el abordaje sutil y a la vez desenfadado del amor y la vida cotidiana. Razones diversas han impedido que su poesía sea valorada como se merece. Por eso considero muy necesario ocuparme de ella a propósito de la reedición de su tercer poemario, Piel alzada, publicado por primera vez en 1993. Este libro le granjeó elogios de poetas valiosos, incluso de algunos mayores como Javier Sologuren, cuya reseña en El Dominical, de El Comercio, ha sido incluida como colofón en este libro junto con un análisis crítico de la investigadora y poeta Ana María Gazzolo.

Considerada parte de la Generación del 80, Di Paolo destaca por ir mucho más allá de la exploración sensorial. Ya desde su primer libro, Prueba de galera (1985), se percibe la apuesta poética por la contemplación y la reflexión. Además, aparece el mar como imagen constante y un diálogo intertextual con otros escritores y artistas. En su segundo libro, Continuidad de los cuadros (1988), una voz nostálgica hace una revisión de su vida. Con Piel alzada (1993), sin embargo, su poesía se vuelve osada y fresca desmarcándose de sus poemas anteriores. Su poética apuesta por un erotismo trabajado con finura e incluso desde una mirada lúdica e irónica. “Una mujer sola, en Lima, qué dirán / qué dirán, puta en cierne. / Puta con burdel tapizado de libros / mi cama de combate con tantas palabras que poner”, dice en el poema “La noche oscura”. Cuando alude al amor o al desamor, no cae en dramatismos ni en desbordada inocencia. Lo lúdico alcanza incluso al quehacer creativo. En “Descabezo estatuas” escribe: “Me canso de frotar una palabra con otra / y hacer chispita / ya no quiero poner esta letra aquí, / esta tonta coma. / Pido una zancadilla para que caiga de narices / el alto verso”.

Esta feliz soltura del lenguaje hace de Piel alzada un poemario potente, en el que se ofrece una exhibición poética en diversos registros. El amor como juego, la mirada irónica hacia uno mismo y los demás, la relación lúdica y cotidiana con las palabras. Por todo ello, es un magnífico poemario y, sobre todo, un acercamiento lúdico y vital a la poesía, género que se aleja del lector cuando se cae en la solemnidad y falta de precisión en el arte de tejer palabras.

FICHA TÉCNICA

Título:

Piel alzada

Autora:

Rossella Di Paolo

Editorial:

Paracaídas

Lima, 2019. 80 pp.

Relacionadas

Miguel Rubio: “El bicentenario no debe ser solo una celebración”

“Marriage Story”: la película para aprender a rescatar el amor a través del adiós

‘El Legado de Gabo’: Aprende todo sobre la vida y obra de Gabriel García Márquez en esta web interactiva

Teresa Ruiz Rosas: “La foto y el like apelan a una felicidad postiza”

‘Adiós a la revolución’: Francisco Ángeles presenta nueva novela

Warmilab: Conoce esta residencia para artesanos donde aprenderán a vivir del arte [FOTOS]

Cholo Visceral celebra ocho años con renovada formación y repertorio

Miguel Figueroa, biólogo: “Debería ser obligatoria una siesta de 20 minutos”

El Irlandés: Cuando los gánsteres envejecen [Reseña]

Así será la nueva edición del festival Transcinema

Más en Cultura

Nelson Garrido: “Solo una movilización popular cambiará esto en Venezuela”

Guy de Maupassant en la Alianza Francesa: Una vida como cualquier otra

Periodismo en su máxima expresión: estos son los ganadores de los Premios Pulitzer

Anuncian reestructuración de Estímulos Económicos para el cine y audiovisuales

Reabren la Zona Arqueológica Monumental Huaycán de Pariachi en Ate

El arte de Torre Tagle

Siguiente artículo