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Redacción PERÚ21

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Los restos siniestrados y canibalizados de un hidroavión militar Cessna 208 Caravan I levitan en el paradero Real Felipe, que Micromuseo ("Al fondo hay sitio") tiene en el Callao Monumental. Se trata de una transfiguración en la que elementos que denotaron destrucción son ahora objetos litúrgicos.

Toda la exposición "Cargo Cult" de Jaime Miranda Bambarén (Lima, 1982) es un ejercicio de sincretismo en el que el hidroavión militar evidencia distintas fases: luego de ser un elemento bélico, es siniestrado en el río Tigre de Loreto, después canibalizado, posteriormente convertido en elemento chamánico, y – finalmente– transformado en pieza de arte contemporáneo. ¿Quién dijo que el tiempo no es cíclico?

Vale la pena mencionar que el trabajo de Miranda es contundente al cuestionar los principios (tradicionales) de la escultura, la cual no solo es manufactura; además, es búsqueda y apropiación. Ciertamente, un escultor también puede ser un profanador.