Santiago Roncagliolo: “Estamos retrocediendo a cosas que no habíamos visto desde los años 90”

Por Amet Aguirre Vargas

Hace algunas semanas, el premiado escritor peruano Santiago Roncagliolo estuvo en una gira literaria por Lima, Ayacucho, Arequipa, Trujillo, Cusco e Ica para llevar la edición conmemorativa de su novela ‘Abril rojo’ por sus 15 años de publicación, bajo el sello Seix Barral, de la editorial Planeta.

Para Santiago, esta ha sido una experiencia emocionante al acercar el libro a una nueva generación de lectores, a lugares donde nunca antes lo había llevado, especialmente, en medio de estas circunstancias que como país estamos enfrentando.

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-¿Qué impresión te deja esta gira pospandemia, en medio de una crisis económica y con insatisfacciones políticas?

He visto que hay una nueva generación que en este contexto ya no lee la novela como cuando apareció. Hace 16 años, esta historia hablaba del pasado, de un momento superado, hoy habla del presente: la situación de colapso de la política y el enfrentamiento entre los extremos para hacerse con el poder. El enfrentamiento violento es lo que describe la novela y es lo que lees en el periódico cuando ves a los políticos decirse “asesinos”, “terroristas”, “hordas”… Insultarse y atacarse de esa manera tan violenta hace que esta nueva generación lea la novela como una historia sobre el presente y sobre el futuro, porque, en realidad, el futuro se ha vuelto pasado, estamos retrocediendo a cosas que no habíamos visto desde los años 90.

-¿Te parece que es un fenómeno que vivimos solo en Perú o es un reflejo de algo más grande?

Todo el mundo se está ‘asalvajando’. En Barcelona hace unas semanas reventaron una presentación de libro. En Europa hay una guerra, tenemos una extrema derecha en auge, recuperando actitudes que no se habían visto desde los años 30 en Occidente, primero con la crisis de la economía global y luego la pandemia, la desesperación está abriendo puertas a la violencia, a la intolerancia, lo que pasa es que otros países tienen una institucionalidad que nosotros no tenemos, entonces, eso es un muro de contención que nos falta. Nosotros no tenemos unos partidos políticos estables, no tenemos un debate político alturado y esto nos hace mucho más débiles.

-¿En esta gira te has encontrado con nuevos lectores jóvenes o con personas que leyeron la novela cuando se publicó y hoy están volviendo al libro?

La apuesta de esta gira es que en este siglo XXI los jóvenes han empezado a acceder a la escolarización como nunca, tanto aquí como en toda América Latina. Entonces, hay una nueva generación de gente joven queriendo libros, que ha tenido acceso a la lectura, que la disfruta y que se ilusiona mucho cuando viene un escritor, cuando pueden hablar con un escritor. Hemos ido a colegios, a universidades. Mi trabajo en particular bebe mucho de géneros muy populares, del thriller, de la novela criminal, también conecta muy bien con la gente joven y de hecho, creo que eso es lo más importante tal y como están las cosas. Tengo ya muy poca esperanza en todos los que han dirigido el país hasta este momento, creo que serán estos jóvenes los que mejoren las cosas y llevarles libros es muy importante. No les puedo decir por quién deben votar o qué deben hacer, pero si leen votarán mejor informados, serán capaces de entender mejor qué les conviene para votar, para trabajar y para desarrollarse.

-Tú has sido periodista, ¿qué reflexión te genera esta crisis de desconfianza entre la ciudadanía y la prensa?

Creo que la literatura hace algo que es muy difícil hacer, incluso, desde el periodismo. En mis novelas tú te identificas con los personajes, incluso con los personajes que piensan lo contrario a ti, con los que te arrancarían la cabeza si pudieran. Muchos de mis personajes son bastante oscuros y siniestros, y ese tipo de exploración, de tratar de ponerte en los zapatos de gente diferente, de tratar de entender el origen del mal, identificándote con personajes que lo practican, creo que nos permite una comprensión más profunda, más humana de las cosas que en el periódico son solo coyunturales.

-¿Crees que el fiscal Chacaltana de tu libro podría habitar tiempos como estos?

El fiscal es una versión muy rara dentro de la novela policial porque, en realidad, él no quiere encontrar la verdad, no quiere saber nada de lo que está pasando. La realidad le explota en la cara, él solo quiere llenar su trámite, terminar su procedimiento administrativo, escribirlo por triplicado y archivarlo. Lo que ocurre es que no puede porque es una sociedad donde nadie puede decir la verdad, donde hay muchos silencios y muchos secretos, muchas cosas que los sospechosos no pueden decir de sí mismos y de nuestro país. A mí me interesa explorar justamente en los silencios, en los secretos, cuando hay algo de lo que la gente no quiere hablar, ahí me parece que hay un tema, ahí es donde me interesa sacarlo, contarlo y ponértelo delante. Todo lo que la gente no quiere decir es una invitación a novelar.

-¿Crees que en estos tiempos leer es una forma de combatir los problemas de nuestro país?

En un país donde el presidente no distingue a Ucrania de Croacia, donde puedes ser ministro y pensar que Hitler no era tan malo, donde puedes ser congresista y decir que leer produce Alzheimer, lo cierto es que nuestro problema no es tanto ideológico, de izquierda o de derecha, es de educación básica. En otros países la gente no llega a esos puestos con ese nivel de ignorancia y leer es una manera de combatir la ignorancia que nos gobierna, es una manera de enfrentarte a la barbarie, a la falta de conocimientos elementales, una manera de construir una sociedad que sepa discutir mejor y pensar mejor.

-A muchas personas parece no importarles tanto que la propia pareja presidencial y los líderes de otras agrupaciones políticas tengan graves indicios de haber plagiado o pirateado textos académicos.

Hay tantos escándalos al mismo tiempo que no sabemos a cuál debemos atender y creo que se está produciendo una apatía en el público. Ya no esperan nada de nuestra clase dirigente, prefieren no saber, buscarse la vida por su cuenta. En efecto, hay varios políticos que plagian tesis y que no les parece que haya que renunciar, eso demuestra el desprecio que tienen por la educación, demuestra que ni siquiera saben lo que es. Tú no vas a una maestría para sacar un papel, sino para aprender conocimientos que te serán útiles. Se nota en las leyes que están aprobando para acabar con la calidad educativa, reducir la educación sexual a pesar nuestros niveles de abuso y violaciones. Yo creo que quieren que haya poca educación porque la gente que no está educada es más fácil de manipular, te crees cualquier cosa que te digan y como ellos no tienen ningún plan, necesitan que nos creamos cualquier cosa que nos digan.

-¿Por qué acercarnos a ‘Abril rojo’?

‘Abril rojo’ es una novela sobre nuestra historia, pero sobre todo es un thriller de un asesino en serie, una historia muy emocionante, llena de suspenso, de misterio en la que quieres saber qué va a pasar todo el tiempo y un thriller peruano, que ocurre en nuestro país y en nuestra historia. Lleva años siendo una novela que les habla a los lectores de los lados oscuros de nuestra sociedad, pero también les hace disfrutar con una historia que no pueden soltar.

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