Santiago Mena López es un chico de 14 años que te habla como un adulto hecho y derecho. Su facilidad de palabra es única, producto de infinidades de contenidos que ha leído y continúa leyendo. Hace poco estuvo en la  presentado 'Encogidos' (sí, a su corta edad es autor de un libro y es admirable).

Perú21 conversó con él y con sus padres para saber exactamente cómo fue su experiencia aquella vez y cómo nació su pasión por la literatura.

"Cuando llega la noticia de la Feria de Libro yo me emocioné bastante porque sabía que no era fácil. Generalmente los que tienen un espacio, tienen un stand y por lo tanto una editorial y yo no. Solo el apoyo de mis padres", dice. Orgulloso.

"Lo que hicieron fue darme un espacio para hacer una pequeña conferencia, poder vender el libro y firmar. Hubo mucha gente y eso me impresionó bastante. La sala tenía capacidad para 150 personas y otras 150 tuvieron que quedarse afuera, y es por eso que me dejaron estar por más tiempo. Me habían dado en primera instancia 10 minutos y terminé estando una hora. Fue increíble", recuerda.

Con los ojos llenos de emoción cuenta que esta travesía comenzó con una significativa lectura: "Mi pasión por escribir nace por leer bien primero. El primer libro que leí fue el 'Capitán calzoncillos' de Dav Pilkey. Lo compré en una feria de libros de mi colegio. Me demoré una hora (en leerlo) y quise más. Es uno de mis libros favoritos".

Su amor por este arte lo llevó a escribir cómics, incluso se animó a crear a un superhéroe que tuvo mucha acogida entre sus amistades:"He creado varios superhéroes, pero el más trabajado fue 'Jabón Man' que tuvo como cinco historietas. A mis compañeros les gustaba mucho, les daba risa y a mí me daba risa hacerlo".

"Cuando mis padres vieron que a mí me gustaba hacer eso y a mis compañeros también, quisieron apoyarme llevándolo a registrar (a ) y cuando fuimos nos dijeron que era muy complicado porque se tenía que registrar cada personaje y cada uno costaba mucho. La señorita que me atendió me dijo que mejor sería que escriba un cuento, y yo dije por qué no", explicó.

Con apenas 11 años comenzó a escribir el cuento 'Encogidos', que le tomó dos años acabarlo, pero que le sirvió y le sirve para cuajarse dentro de este mundo: "Nunca necesité de clases particulares, simplemente atendía un montón en el colegio y mis padres me apoyaban bastante, hasta ahora".

Su deseo por hacerse un nombre en la literatura lo llevó a destacar en concursos como 'Creación de Bases Literarias' del colegio Recoleta, donde estudia y  lo apoyan publicando sus avances en un blog de la institución. En dicho certamen participa (hasta ahora) tres años seguidos (desde 1º de secundaria) y ocupa siempre los primeros lugares.

"Varios profesores me felicitan. Mis compañeros preguntan bastante seguido de lo que escribo, de cómo va la venta del libro, de lo que me inspira a escribir. Todos se interesan y me apoyan". Su alegría a la hora de contarlo denotaba que se encontraba en un área que le apasiona, como a pocos, lo que hace.

Hace poco, se dio a conocer la lista de 10 finalistas en el concurso de cuentos cortos de la USIL, y Santiago es uno de ellos. El próximo viernes 27 de octubre se conocerá al ganador. "Adoro la literatura y me encantaría poder vivir de lo que escribo, pero en caso de que eso no fuera posible me gustaría estudiar ciencias políticas, aunque sin abandonar la literatura. Yo no lo considero un hobby, es parte de mi vida diaria y de mi forma de expresarme", señala y sin titubear.

El escribir cuentos (y de los buenos) no es lo único que sabe hacer muy bien; los poemas son otro nivel de expresión que tiene y que sacan su lado más romántico, demostrando la madurez con la que analiza diversos hechos de su vida.

-No suelo escribir un poema para agradar a una chica, en todo caso le termina agradando después (risas). A mi enamorada le he escrito uno que sí se lo podía dedicar a ella, pero no únicamente a ella porque para hacerlo tomé varios ejemplos de personas que conozco y me han inspirado, por ejemplo mi madre.

UNA FAMILIA UNIDA
Carolina López
y Álvaro Mena son sus padres, y no podían estar más orgullosos de su hijo, y de todo lo que viene consiguiendo a su corta edad. Santiago y sus dos hermanitos son sus más grandes tesoros y siempre buscan darles lo mejor, alentándolos en lo que desean hacer.

"(Santiago) Es un chico normal, tranquilo, juguetón, pero es muy ordenado y maduro no solo por escribir sino por sus responsabilidades. Siempre asume nuevos retos. Es importante que el sienta el amor de la familia para que lo integre en su vida. Lo que más queremos es que todos nuestros hijos sean felices. Si desea escribir está bien, pero sino que no se sienta en la obligación de hacerlo", comenta su padre, quien estuvo presente desde siempre para apoyarlo y aconsejarlo.

"Queremos darle lo mejor que podamos para que consiga lo que quiere. Es un chico que puede generar cosas maravillosas y merece que nosotros nos esforcemos al máximo para que lo consiga", acota su madre con la emoción a flor de piel.